Capitulo |4|

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Era domingo, mi día libre. Dios que buenos se siente decirlo. Podría dormir todo el día y comer cada que quería.

Malanie trabaja esta noche por lo que se perderá la cena que hará James porque traerá a Austin hermano de Nate. Al parecer están saliendo y es bueno que esté avanzando.

Yo solo tenia que sentarme y ser bonita con él. Fácil.

Le doy pausa a mi serie y veo que ya son las siete y en nada llegará Austin. Me doy una ducha rápida y me pongo mis bragas y un vestido de verano sencillo sin brasier.

Recojo mi cabello y me echo algo de perfume. En eso abren la puerta y escucho voces .

Salgo de mi habitación y camino hasta la sala para ver a Austin, James y...¿Nate?.

— Buenas noches — saludó algo incomoda.

— Hola Emma, James me ha hablado mucho de ti. — me da un beso en la mejilla y sonrió.

— No le creas nada, miente para caer bien.

— Oye — se queja James. — Emma él es su hermano Nate, ¿lo recuerdas?.

Maldito.

Sonrió forzadamente — Amm, si.

— Hola Emma — su voz gruesa me pone de nervios y ya quería encerrarlo en una habitación. Dios parezco una loca sexual. Se acerca y besa mi mejilla.

— Hola. — me alejo. —¿Quieren una copa de vino?.

— Si eso estaría Perfecto — dice Austin.

— Mientras te muestro el departamento, tenemos un sótano hermoso. — dice James.

— Yo te ayudo con las copas — se ofrece Nate y no respondí, solo camine hasta la cocina.

— ah, si, acompáñala es torpe a veces y quiebra copas — dice James.

Voy a matarte James.

Siento sus pasos detrás de mí y al llegar saco las copas y el vino, lo siento entrar y espero que las voces se alejen para reprocharlo.

—¿Que estás haciendo aquí?

—Vine a darte una sorpresa.

— Nate. Dormí contigo anoche, te vi esta mañana.

—¿Y?.

— que solo hemos estado dos semanas y ya lo quieres arruinar.

Me ve confundido, —¿Lo voy arruinar porque vine a tu casa?, tu conoces la mía.

Ruedo los ojos y este me quita la botella para abrirla.

— No es lo mismo.

— Para mi si lo es. — me pasa la botella destapada — si quieres que me vaya dilo y lo haré.

— No seas tonto, ya está aquí.

Sirvo primero una copa y me la tomo de un tirón y la vuelvo a llenar junto con las demás.

Siento sus manos en mi cintura y su cuerpo pegarse al mío.

— Entonces quita esa cara, parece que te dará un paro cardíaco.

— eh, no no no. Quita tus manos, no estamos solos — me alejo mientras termino de servir el vino.

Al terminar lo cierro y lo guardo en la nevera, siento sus ojos en mi y si no paraba de hacer eso iba a caer desmayada por lo mucho que tiemblan mis piernas.

— Estas linda esta noche.

Su cumplido me pone nerviosa y me molesta, no soy tan susceptible a los hombres, es muy difícil que alguien pueda llevarme a la cama si no soy yo quien toma la iniciativa.

¿Qué problema tiene la edad? [CORTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora