Capítulo |17|

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Emma.

Intoxicación.

Austin se había intoxicado por una bebida que según él vio que barman lo había destapado y no estaba adulterado. James trataba de preguntar cómo podía meter ese problema en temas legales.

Mis piernas dolían por lo que me senté en el suelo del pasillo. Tina y Justin se habían ido porque la primera terminó ebria con dos copas que se tomó.

Esa noche estaba siendo un desastre luego de la llamada solo me senté y vi como todos se divertían. Aunque no haya funcionado me gusto haberlo escuchado por última vez.

—¿Emma?

Ahora escucho fantasmas.

Escucho unos pasos y hacen que mi cabeza se eleve para verlo de pie en el pasillo.

¿Como se respira?.

— ¿Nate?. — me pongo de pie con cuidado ya que traía vestido y tacones.

— ¿Que estás haciendo aquí? — pregunta acercándose y sentía como mi cuerpo se ponía tenso.

— Eh, pues Austin estaba conmigo así que me pareció correcto venir.

Él asiente comprendiendo,  se veía tan guapo que dolía, no poder correr abrazarlo, —¿Donde está el? ¿Está bien?.

Asiento llevando mi cabello detrás de mis orejas — Si, está bien. Le hicieron una limpieza estomacal y se irá pronto a casa. Creo que lo pasaron a observación, James esta a la vuelta.

Le explico. Estaba nerviosa pero aún así no podía dejar de verlo, estaba tan guapo de traje y sus ojos seguían siendo mi perdición.

— Está bien, gracias.

Pasa de mí y quería detenerlo, pero no podía.

— Emma, ¿como sigue tu amigo?— llega Justin de la nada.

—Bien — respondo confundida

— Me alegro.

—¿Que haces aquí Justino?

— Bueno, solo quería ver cómo estaba el chico.

— Solo tenías que llamar, ¿no conoces las funciones de un teléfono?

Rueda los ojos — De todas formas vine a supervisar, pues soy el director.

— Pues vete a supervisar a otro lado.

Saca una bata de su maletín y me la da.

— Para que no tengas frío.

— Vaya, Justino  tiene modales. — lo tomo y me pongo la bata medica.

— No eres graciosa Tiburonsin. Te veo luego.

— Ojalá que no.

No responde y pasa de mí.

Voy hacia donde estaban los demás y Austin ya estaba despierto en la camilla.

— Entonces podemos hacer una demanda al lugar.

— Es donde trabaja Melanie, lo pueden cerrar amor — dice Austin.

— Pero casi te mueres.

— No exageres, todo el mundo se puede intoxicar.

— No estoy de acuerdo.

— Cálmate James — digo y se dan cuenta de mi presencia. —¿Como te sientes Austin?. — me acerco y este me sonríe.

— Bien, aunque me arde un poco la garganta.

— Deberías guardar reposo y no hablar. — digo.

—¿Y tú que sabes no eres doctora juguetes?— dice James y le doy un pisotón que lo hace chillar como nena.

¿Qué problema tiene la edad? [CORTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora