¿Qué problema tiene la edad? [CORTO]

Capítulo |1|

Emma.

— Mierda — lanzó mi cuerpo cansado sobre el sofá y siento la tensión de estos. No se que mierda me paso por la cabeza al elegir ser Doctora, trabajaba como ochenta hora todos los días y no encuentran amables personas que te hagan un turno porque si lo hacen te cobran el triple de lo que cuesta una consulta como de veinte minutos.

Eso ni siquiera es legal.

— Deja de abusar de tu cuerpo — dice Melanie mientras caminaba por el departamento con apuro.

— Lo mismo digo — me rio por la coincidencia de que ella sea una bailarina exótica.

— Yo estoy divinamente, gano mucho trabajando menos.

— Tranquila diva, deja a nuestra doctora favorita en paz, sin ella todavía nos tomaríamos más de cinco pastas sin saber que solo una haría el efecto y solo dañaremos nuestros riñones.

James nuestro amigo que también vive en el departamento me defiende como siempre, sencillamente el solo busca una excusa para discutir con Melanie.

— Ya chicos — me siento en el sofá soltando la liga de mi cabello — ni intenten discutir hoy.

— Solo porque mi poderosisimo Bleack Peterson estará esta noche en el bar no discutiré, la vena de mi frente no lo resistiría.

Nos reímos, Bleack Peterson es su crush desde que estábamos en la universidad, pero él jamás supo de su existencia ya que era demasiado popular y rico, ya saben cosas de fuck boy y todo eso.

—¿Y como sabes que irá pequeña acosadora?.— pregunta James.

— Pues lo mire en su publicación de insta. Suben de todo ahí.

Suspiro cansada — Seguirá como por diez minutos ¿quieres una copa de vino?— le susurro y él asiente sabiendo que es verdad.

Camino hasta la nevera y saco la botella de vino que ya está casi vacía. Busco las copas y las sirvo mientras Melanie hablaba de cómo sonaría tan lindos sus apellidos juntos.

Cuando llegó donde James este se hacía el dormido en el sofá individual y lo golpeó con mi pierna y vuelve en si. Le veo entre mis pestañas a la ves que le doy la copa. Se encoje de hombros y me siento en el brazo del sofá.

–... y ustedes serán los padrinos. — suspira de forma soñadora.

— Claro , si es qué pasa. — dice James.

Melanie deja de peinarse y se gira para ver mal a James.

— Por eso Marcos te dejo, no tienes optimismo.

— Melanie. No — digo, eso ya era un tema delicado y con eso no molestamos.

— No,está bien, es cosa del pasado — dice James haciéndose El Fuerte pero la verdad era otra, nunca lo había visto tan deprimido por un chico y la verdad es que ellos se veían tan comprometidos y nadie esperaba que se acabaría tan pronto.

Melanie me ve arrepentida y toma sus cosas.

— Ya tengo que irme. Lo siento James, de verdad

Toma su abrigo y sale de la habitación.

Luego de eso hubo un gran silencio y veo que no ha tomado nada de su copa.

— Anda, no te desanimes — bebo el contenido de mi copa y me pongo de pie. — Vamos a bailar a algún lado.

Sonríe ladino y niega — Estas cansada Emma, puedo ver tus ojeras desde acá.

—¡oye!, estoy bien. Vamos, hoy era la celebración del día del médico y yo tengo turno en la noche así que está bien, vamos.