Capítulo |15|

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Emma.

Un vacío profundo en mi pecho acompañado un débil aire frío que me apuñala en corazón. Así es como me sentí los siguientes tres meses. Me hubiese gustado contar que había hecho cambios en mi vida pero la verdad es que no, todo sigue igual y eso hace que me duela más y más.

Gloria era ese tormento que se había vuelto la claridad de mis pensamientos pero de todas forma mi parte tóxica que no le gustaba esa clase ayudas la odiaba y se alejaba cada vez más. Si iba a trabajar era mucho, parecí un zombie viviente y sabía que había tocado fondo la noche que le suministre una dosis de más a un paciente, casi se muere pero logré salir ilesa, pero estaba en mi conciencia y se que no me dejara dormir nunca.

Cada que llegaba a mi cuarto sentía que me ahogaba, esas cuatro paredes se hacían cada vez más chicas y no podía respirar.

James me descubrió en un ataque de pánico y me obligó a ir a terapia. Según Amanda -mi terapeuta-, mi cerebro había bloqueado un recuerdo que era muy importante para mi, donde estaba mi madre y yo en un parque, ella me había dejado en los columpios mientras ella se había reunido con unos tipos. No sabía que claridad era eso para mí pero según ella mi madre al llevarme a sus encuentro amoroso y compra de drogas me traumo, de manera en que me era difícil creer que alguien podía amarme si ni siquiera mi madre supo hacerlo bien.

Yo me sentía insignificante,¿que podía apórtale a su vida?, nada. Nunca había intentado suicidarme pero si estaba cansada de mi vida, trabajaba y estaba con mis amigos pero se había convertido en un bucle bastante monótono y aburrido que me había quitado las ganas de seguir viviendo.

Nate tenia un corazón gigante y bueno, ¿como no iba a amarlo?, lo presentía desde hace mucho solo que jamás lo asimilé y lo quise ocultar con sexo.

Saboreaba mis lágrimas que bañaban mis labios mientras abrazaba a Gerard contra mi pecho, el pequeño no sabía que pasaba pero era a la única persona a quien podía  hablarle y llorar.

Cuando escucho la puerta me seco las lágrimas rápidamente.

— Emma, no sabía que te quedaría hasta tarde.

— Son solo las cinco. ¿Como te fue en tu reingreso?— Gloria había regresado a trabajar y le sentía bien, esto de ser madre y profesora.

— No extrañaba para nada a los universitarios. Y hablando de la hora ¿a las seis no ves a Amanda?.

— Canceló la cita, tuvo que ir a ver a su madre Queens. — dejó a Gerard en el suelo para que gatee.

— Oh, ok. ¿quieres comer algo o ya te iras?.

— ya me voy. James y Austin ya se habrán ido, así que...

Busco mi bolso y lo cuelgo en mi hombro.

Lo había intentado llamar cuento de veces pero él jamás respondió, y supe que ya todo estaba muerto.

En el auto recibo un mensaje de mi terapeuta.

"Es hora de cerrar ciclos".

Suspiro sabiendo a lo que se refería. Conduzco hacia el cementerio y dejo el coche a la vista.

Nunca vine, ni siquiera al funeral. Aunque mi cerebro lo haya bloqueado si recuerdo haber sentido rechazo hacia mi madre. Cuando Gloria  dijo que cuando ella murió yo cambié, fue ara bien, creo que ella me hacía estancar en una Emma que no era la verdadera. Esta soy yo, loca no rozando lo psiquiátrico , algo introvertida cuando no estoy ebria, me gustan los niños, amo mi carrera, a mis amigos , a mi hermana, a mi sobrino, a mi padre y a Nate.

Busco la lápida de mi madre y al encontrarla me quedo de pie mirándola desde mi altura.

— Fuiste una pésima madre, estabas loca rozando lo Psiquiátrico. Pero nunca entendí porque solo eras así conmigo, Gloria siempre fue buena pero mi padre jamás me hizo sentir tan inferior como tú me lo hacías a mi. — trago en seco con dificultad — Y aunque no me querías, no debiste tratarme como basura ni llevarme a tus encuentros clandestinos como si la imagen que me dabas a mi no importara. Por qué si me importo, me dolió muchísimo. Siempre crei que era como tú, una mujerzuela incapaz de sentir amor pero la verdad es que no. — limpio mi lagrima — Estoy enamorada, tan enamorada que lo deje ir para alejarlo de mi desastre. Mi terapeuta dice que el perdón es un paso más a sanacion, pero yo no te perdono, por mi te puedes fundir en el mismísimo infierno.

¿Qué problema tiene la edad? [CORTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora