Extra.

29.8K 1.9K 1K
                                    

Meses después del extra anterior

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Meses después del extra anterior.
*

Eres increíble

18 // junio

Debe ser una broma.

Las palabras que habían salido de sus labios me dejaron demasiado confusa por un instante, a decir verdad, no me moví, mientras que él me miraba con una sonrisa de angelito como si realmente fuese tan inocente.

Ladeé un poco mi cabeza, analizando la situación y lo que había querido decir.

Abrí mi boca para responder, pero tuve que cerrarla cuando no salió nada de ella. Su expresión fue cambiando poco a poco al percibir que no era capaz de darle una respuesta en ese momento.

Se dedicó a suspirar

—Ali...

—¿Un hijo? ¿Eso quieres? —pude preguntar

Asintió constantes veces, con emoción

—Yo... no lo sé —murmuré, frunciendo levemente el ceño—. Dudo mucho que tú tengas responsabilidad para criarlo y también dudo de mi capacidad para no enloquecer. Cuando era niña tuve un hámster, Elliot, murió en una semana.

—Esto no es lo mismo, cariño —casi se burló

—Pienso que estás adelantándote —abrí la puerta del auto, bajándome. Él no tardó nada en seguirme—. Es demasiado pronto.

—Ya tenemos nuestro departamento —guardó las llaves en su bolsillo, luego me ofreció una mano cuando me posé a su lado. La tomé y las entrelazó—. Al menos piénsalo, ¿sí? Siempre dices que mis ideas son malas.

—Es porque son terribles, bobo, yo soy la única cuerda en esta relación.

—Eso definitivamente es mentira —bromeó

—Como sea —rodé mis ojos—. Lo pensaré, pero si me presionas por una respuesta me voy a enfadar y solo diré que no.

—No me gusta que te enfades —me arrastró para empezar a caminar—. Y eso que me gustas de todas las formas posibles.

Le puse mala cara

—No vas a avergonzarme si es lo que intentas.

Me sonrió ampliamente, al detenernos frente a la puerta presioné el timbre, esperando. Elliot aprovechó para inclinarse hacia mí y dejar un sonoro beso en mi mejilla, poniendo su brazo en mi cintura

—Sé que dirás que si —susurró

—No empieces —advertí

—Porque voy a conseguir que digas que sí.

—Eres condenadamente molesto —le di un pequeño empujón en su pecho, aunque no dio ni un paso atrás, solo se rió—. Y un pesado.

—¿Quieres saber lo que pienso yo de ti?

El brillo de las estrellas✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora