Capítulo XXV.

40.8K 2.2K 452
                                    

Capítulo 25 | Ya estoy aquí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 25 | Ya estoy aquí. 

Recuerdo que durante mis años viviendo con Brent me metí en demasiados problemas. Eran como mi pasatiempo favorito. Cuando él decidió hacerse cargo de mí tuvo que pasar por mucho, y simplemente nunca me dio la espalda, a pesar de todo.

Ahora mismo parecía querer dejarme encerrada en una caja de cristal o intentar no preocuparse tanto por mí, porque no lo merecía, solo que Brent siempre se preocuparía por mí. Él mismo lo dijo: me quiere, y haría lo que fuese necesario para protegerme.

Una vez más compruebo que no es algo que merezca.

Observé cómo detuvo su caminar, pasándose una mano por el cabello cuando se quedó quieto, frente a mí. Sentí sus ojos puestos en mí, pues no fui capaz de devolverle la mirada.

—¿Algo que quieras decir? —cuestionó

Tragué grueso

—No hay nada.

Él rió sin gracia

—¿Tienes idea de lo feliz que me puse cuando entraste a la universidad? No solo porque cumpliste tu sueño, Alisson. Sino porque estarías alejada de todo esto, confíe en que así sería.

Me mordí el labio con fuerza

—No es un lugar seguro —continuó, con sorprendente tranquilidad—. Aquí hay riñas a veces, la policía ha venido a llevarse a cualquiera que se asome, todo esto es ilegal.

—Es curioso que me lo digas tú, prácticamente trabajas aquí.

—Este fue mi primer trabajo cuando tenía diecisiete y me quedé sin nada. Pero no tiene por qué ser tu situación, tienes... una carrera universitaria, una beca, no lo desaproveches por algo que no lo vale.

Pensé en Zach y en el trato que teníamos, por más que quisiera prometerle que no vendría, no podía hacer eso. Aún tenía muchas cosas en juego, si lo ignoraba terminaría con mi familia lastimada, y no iba a permitir eso. 

En especial de Elliot que entraba en esa lista.

—No puedo dejar de venir —murmuré

Respiró hondo

—¿Por qué no? —puso los brazos en jarras—. Por Dios, Alisson, este es el territorio de un exconvicto. Alguien como Zach es peligroso, juega sucio, no quiero ni pensar en lo que pasaría si te encuentras con él.

No respondí nada. Y tampoco lo miré.

Brent lo conocía, habían trabajado juntos cuando él se quedó solo. Pareció que habían terminado en un buen acuerdo. Conmigo era distinto, él me tenía atada y lo más probable era que no me soltara en un buen tiempo.

—Ya lo conoces, ¿cierto? —preguntó

Solté el aire lentamente, solo asintiendo. Volvió a caminar de lado a lado, controlando el enfado como un león enjaulado.

El brillo de las estrellas✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora