Capítulo VII.

39.4K 2.5K 1K
                                    

Capítulo 7 | Hecho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 7 | Hecho.

20 de febrero

Ni siquiera recuerdo cómo fue que desperté hoy, pero para mi suerte alcancé a comer algo y salir a paso rápido del departamento. 

Mi primera clase fue un asco, pues en verdad llegué al menos unos diez minutos tarde y encima de todo tenía ganas de dormir. No sé cómo fue que logré anotar lo más que pude y prestar atención a cada palabra que dijo la maestra.

Al salir, me distraje con el sonido de las notificaciones de mi móvil. No lo miré, sinceramente no me apetecía amargarme tan temprano. Estaba segura de que no era algo de importancia, así que no lo revisé y solo caminé casi sin rumbo, por todos los pasillos hasta que llegué al salón adecuado.

Tenía una hora libre y quizás podría aprovechar para tomar algunas fotografías mientras Rachel redacta el periódico estudiantil que deberá salir hoy mismo. Esta tradición estaba literalmente acabada, antes de que mi castaña amiga decidiera hablar con la decana con tal de que el periódico volviera a existir, repartió volantes y ahora será la primera publicación de la semana.

Me adentré al espacio notando algunos chicos de aquí para allá. No era muy reconocida, pero Rachel sí, fue por eso por lo que logré encontrarla dando algunas órdenes con una inmensa sonrisa. Caleb por su parte tan solo se encontraba en una silla casi pareciendo una momia.

—Hola —me acerqué hacia ambos

—¡Alisson! —la castaña me sonrió—. Tengo noticias, ya publicamos el primer aviso, ¿no es genial? ¡Está siendo todo un éxito! La gente lo ama.

—¿Cómo? —mi ceño se frunció

—Verás —soltó una risita—. Ayer me llegó una noticia bomba y no pude evitar desvelarme toda la maldita noche hasta que lo conseguí. Caleb y yo llegamos a las seis en punto y lo publicamos. Me complace anunciar que oficialmente soy la presidente de este club, ¿no vas a felicitarme? ¡Serás mi socia!

—Oh, ahm... sí, creo —asentí, sin saber muy bien qué más decir—. ¿Dijiste seis de la mañana?

—Ajá —asintió varias veces, sonriente—. Es por eso que Caleb está dormido.

—¿Está dormido? —lo ojeé, notando como tenía los ojos cerrados, sosteniendo un periódico como si estuviera leyendo. Le quité el objeto de un movimiento brusco y ni siquiera se movió—. Vaya, sí que está dormido.

—No le prestes atención, hay cosas más importantes —rodó los ojos, enseñándome una hoja que tomé con torpeza—. Debes ayudarme. Tenemos cientos de solicitudes sobre el siguiente anuncio de la próxima semana. Nos llegaron como pan caliente. ¡Tienes que leerlos ahora!

La puse correctamente para ojear el primer punto que resaltaba sobre los demás

—El maestro de historia se acuesta con la capitana de las animadoras.

El brillo de las estrellas✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora