Extra.

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Un año después del último extra

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Un año después del último extra

Elliot: 22 años

Alisson: 21 años

Más vale tarde que nunca:)

*

San Valentín

14 // febrero

Un movimiento a mi lado me despertó. No abría mis ojos aún, sin embargo, era consiente de lo que sucedía a mi alrededor, incluyendo la forma que tenía ese cuerpo de moverse, como si estuviera buscando el ángulo adecuado, pero también algo que la hiciera despertar.

Sonreí internamente

Estaba en una posición cómoda, aunque mis brazos estuvieran extendidos a cada lado. Ali tenía su cabeza apoyada en mi pecho y sus piernas enlazadas a las mías, yo no la abrazaba ya que se enojaba porque según ella, yo creía que era un peluche y la dejaba sin respirar.

Exagera

Me tomé la libertad de mover mis párpados lentamente, abriendo mis ojos poco a poco para acostumbrarme a la luz del día que se colaba por la ventana.

Hacía frío y mi piel se erizó cuando una brisa de aire nos cubrió enteros. Alisson se removió, apegándose a mí ya que el pijama que usaba consistía en un short corto y una blusa de tirantes.

Me desperté por completo, aclaré mi vista y entonces moví mi brazo, sintiendo como este inmediatamente lo agradecía, pues se había entumecido y un dolor punzante me taladró desde el hombro hasta la punta de mi dedo índice

Me acomodé para tocar a la chica a mi lado y enseguida sentí lo fría que se encontraba. Rápidamente subí la manta y nos arropé a ambos, permitiéndole seguir descansando.

Me estiré un momento hacia la mesita de noche y revisé el reloj de mi teléfono solo para darme cuenta de que eran las 7 de la mañana del 14 de febrero.

Suspiré

No, mejor dormía un poco más

Me giré y envolví su cuerpo entre mis brazos, en un gesto asfixiante al cual ella no se quejó, ya que estaba dormida. Escondí su rostro en mi cuello, cerrando brevemente mis ojos para continuar con mi sueño.

Excepto que eso no fue posible

Pues antes de que pudiera siquiera empezar a descansar, oí un pequeño maullido que por poco no reconozco.

Quise bufar con fastidio, porque después de eso, sentí como subía a la cama, dando ligeras pisadas para no despertar a ninguno de los dos. Se movió entre nosotros y luego vi como se acomodó entre las piernas de Ali.

El brillo de las estrellas✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora