+18 | LIBRO 2. SAGA «COX»
Desde el inicio, no lo soportó
¿Podría alguien ser más egocéntrico?
Desde el inicio, ella le agradó
¿Era posible que alguien pudiera tener ojos tan bonitos?
Desde el inicio, ella se alejó
Él se acercó
Ella lo mandó al diabl...
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Capítulo 2 | Roxy
20 de octubre
Capturar momentos mágicos siempre había sido algo que me apasionaba.
Usar algo tan normal como una cámara y fotografiarlos, era lo mejor de mi día. No era una profesional, sin embargo, amaba lo que hacía. Era por eso que me encontraba aquí justo ahora, junto a algunos tulipanes, en una posición incómoda para mis piernas.
Bueno, debía admitir que valía la pena
—Eso es —susurré, distraídamente
La moví un poco, enfocando el centro y aguanté la respiración para dejar de temblar. En un parpadeo oí el click y entonces alejé el objeto en mis manos para observar. Tomé al menos dos y las estudié con la cabeza un tanto inclinada.
Sí, definitivamente podría pintarlas más adelante.
Me levanté y estiré mis piernas para acomodarme. Entonces, pasé mi vista hacia el frente, detallando la imagen perfecta de ese paisaje, con el sol terminando de salir e incluso la ciudad no se veía tan mal.
Encogí mis hombros, volviendo a ubicar la cámara pegadita a mis ojos. Esperé, enfoqué, aguanté la respiración, y...
—¡Alisson! —di un respingo
—Mierda —bufé, sin haber tomado la fotografía
—¡Alisson!
—¡Ya voy!
—¡Se hace tarde y no has desayunado!
A las malas, decidí solo dejarlo estar. Tenía razón, no había tiempo y estaba retrasada. Simplemente bajé de donde estaba subida y me apresuré a entrar a la casa por la puerta trasera llegando a la cocina.
Vi a Kora, mi cuñada, revolver algo en la sartén y le sonreí, acercándome
—Huele delicioso —me senté en la encimera
—Siéntate, ya te sirvo —señaló la isla
—Prefiero comer aquí.
—Sabes que al jefe no le gusta —bromeó, guiñándome un ojo
Me incliné un poco para susurrar;
—Se pone más viejo cuando grita.
—Ya te oí, Alisson. Y no me pongo viejo —oí su voz adentrándose, con los brazos cruzados. Me quedé muy quieta y de inmediato puso una mueca—. ¿Qué haces sentada ahí donde se prepara la comida? Quita tu trasero de la encimera, hablo enserio.
