|Huir

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[Lee]

Caí al suelo y tosí, demasiado hasta que el aire volvió.
No pensé que me soltaría, creí que me mataría ya mismo; siquiera la voz de Mei lo tranquilizó esta vez.

Solo me soltó, sin más parecía estar temblando frente a mi con el mismo ceño fruncido. Traté de hacerme hacia atrás hasta pegar con la pared.

—Yo, lo siento pequeño. En verdad, yo no...— se acerco y solo quería alejarme más pero era inútil. Su mano acarició mi cabello y solo seguía llorando, quería dejar de hacerlo pero no podía.

—Déjame, ya por favor. Lo siento tanto, perdón...perdón...— me agache lo más que pude tocando el suelo, pidiendo perdón una y otra vez, no tenía idea porque estaba molesto pero la había cagado totalmente, había sido mi culpa el que reaccionara así.— Yo lo siento mucho.

—Si de verdad no quieres que suceda otra vez, deberías cuidar mejor tu sucia boca idiota.— su voz de nuevo grave y su mano sujetó mi cabello levantando mi vista hacia el, viéndolo directamente.
Como podía cambiar tanto, parecer que era comprensivo y luego dar tanto miedo.— Más vale que te quedes aquí, iré a arreglar unos asuntos abajo. Por nada te atrevas a salir.

Me soltó y entró al vestidor, al salir había cambiado su ropa por algo formal, aún más. Antes de salir se acercó de nuevo dejando un beso sobre mis labios, acarició mi mejilla y por fin salió.
Me levante, vi por la ventana autos llegar y hombres bajar, de traje oscuro todos y seguramente con armas; todos ellos siempre eran así, tan amenazantes siempre aún con solo verlos.

Entre al vestidor y busqué que ponerme, tenía más ropa puesto que me la había ganado por portarme bien, pero no tenía permitido usar lo que quisiera, solo puse la pijama y entre al baño a lavar mi cara.
Al salir oí mucho ruido abajo, tan fuerte que parecían estar peleando.

Por alguna razón, tal vez preocupación.

"¿Por qué?"

Abrí la puerta y bajé.

🖇

[Kwon]

No quería lastimarlo en verdad, pero porque mierda todo mundo se cree con el derecho de hablar y compararme con mi padre.
Claramente no soy igual a él, el era un monstruo, una horrible persona...

Yo solo no lo pensé claramente y lo lastimé de más, pero eso no me vuelve igual a él. De ninguna manera.

Aunado a eso, el idiota de Key llegaría pronto. Me vestí y baje, a los pocos minutos llego con varios hombres.

—Hasta que llegas. ¿No te dije que quería mi dinero a primera hora?

—Deberías agradecer que te lo traje hoy. Solo eso.— puso el maletín en la mesa y lo abrió, había demasiados billetes, pero dudaba que estuviera completo o que diera suyo.

—¿De donde sacaste tanto tan pronto? ¿Acaso volviste a robar?

—Solo deberías tomarlo y ya. Por cierto y tú pequeña puta, ¿dónde esta?

—Eso no te importa. Contaré esto y si falta un solo billete, seguro iré a visitarte de nuevo y esta vez con intereses.

—Eres insoportable Kwon, en verdad; cuéntalo y ya.

—Te has vuelto tan irrespetuoso, aunque manejes un negocio no dejas de ser menos que los demás, en especial de mi. ¿Cuando maduraras?

—Deberías apoyarme en vez de tratarme así y cobrarme. Tienes tanto dinero, bien podrías regalar millones a diario.

—¿Apoyarte? La última vez me hiciste quedar mal frente a importantes inversionistas, ¿crees que te seguiré tratando igual? Perdí millones con eso y solo pides prestado cada que no alcanzas a cubrir los gastos de tus drogas.

Mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora