capítulo 12

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Sky se levanta, ha sido una noche dura, pero ha logrado despertar relativamente temprano, con la confusión de un nuevo día de clases, aunque cuando le ha tocado caer en la realidad, no ha sido lo mejor, pues prefiere eso, antes de su situación actual

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Sky se levanta, ha sido una noche dura, pero ha logrado despertar relativamente temprano, con la confusión de un nuevo día de clases, aunque cuando le ha tocado caer en la realidad, no ha sido lo mejor, pues prefiere eso, antes de su situación actual.

Aunque un receso no le viene mal, eso bien lo sabe, a pesar de toda la incertidumbre que tiene respecto a su futura vida, Skylar desea que aparezca algún familiar multimillonario o quizá algún Sugar Daddy, aunque sólo aceptaría probablemente un Pedro Pascal, y esas probabilidades son mínimas, por no decir, nulas. La chica se pone en pie en medio de aquella tristeza y desesperanza , son las 10 de la mañana, pero ella se prendre un cigarrillo, y se echa champaña en una copa, va hasta su balcón, se sienta en un sillón, el pantalón de su pijama es rojo a cuadros y la playera es azul marino, se pone un hoodie del mismo color para no recibir el cruel frío de las mañanas, la alberca está verde, y cree que incluso las ranas que ahí llegan, están más felices que ella. Cuando fuma piensa en Eddie, él le diría que ella es demasiado joven como para fumar desde tan temprano, y a ella eso podría importarle menos, siempre se podría escudar en el hecho de perder a su familia.

Learn to Fly suena, Sky ha dejado su móvil en la mesa y ella vacía la copa, vuelve  a echarse más, cree que ama su soledad, pero a la vez la detesta, está sola y no tiene con quien compartir su vida. Envidia a sus  amigas, pero no de una manera en que las odie, sino por el simple hecho de que sus vidas estáticas se han convertido en su actual deseo, incluso envidia a Eddie, porque tiene lo que tiene y ya, es seguro, en cambio ella, parece tenerlo todo, pero a la vez, no tiene nada y a nadie, y aquello le hace querer haber estado en ese accidente. Sabe que su nuevo panorama será emborracharse escuchando a Phoebe Bridgers, y sufriendo por su vida miserable e incierta.

Desde su lugar ve aquella alberca que fue testigo de tantos almuerzos familiares que terminaron en discusiones sin sentido, pero a la vez tan hirientes, siempre hirientes para ella.

Y rellena la tercera copa, y piensa en Eddie ¿Qué le diría Eddie? Skylar sabe la respuesta, pero no le gusta hallarse pensando en él, Eddie está bueno y se la coge como nadie, pero sabe que ellos no son algo más, sabe que jugando como ellos, no se consiguen grandes cosas, probablemente bebés, pero no quiere uno, porque ella se autodenomina, un bebé.

Son las doce, y está durmiendo una siesta, sus amigas la llaman y el tono ha logrado despertarla, así que les contesta y logran quedar para esa tarde, así que Skylar hace el esfuerzo por no beber más de esa botella,  y come algo, sobras del día anterior, cocina algo para esperar a sus amigas en la noche, guarda un  vino tinto, de aquella colección intocable de su padre, sabe que si levantan su cama en la noche, será su padre molesto por estar bebiendo su valiosa colección de alcohol.

Ya es de noche y sus amigas llegan, Skylar les ha preparado la mesa, además han  llegado con la buena noticia de que han vendido su parte de la hierba, cosa que es buena para Eddie.

— ¿Has visto a Eddie?— Ollie pregunta desde su inocencia.

— Pues, me dijo que...— Skylar se pone nerviosa— Me dijo que no hay prisa. De todos modos, está muy bien que ustedes queden libres de ese maldito trato— Hannah mira a Skylar no muy convencida, pues la chica ha evitado todo tipo de contacto visual con sus amigas, y Skylar es muy de mirar a los ojos.

De todos modos, no seas un extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora