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La familia Heeler se encontraba aún en la cama de los padres.

Ahora ellos se encontraban en la misión de calmar el llanto tanto de la mayor (que ya estaba cesando) como los de la menor (que estaba comenzando).

En cuanto Bingo abrazo a Bluey pidiéndole perdón y diciéndole que era su culpa por no medir las consecuencias de sus palabras. Bluey dejo de llorar.

Detestaba ver a su hermana triste, su trabajo como la mayor era el proteger y hacer feliz a Bingo.

–Eso no es cierto Bingo. Tú no hiciste nada. –Bluey le regreso el abrazo. –Nada de esto es tu culpa.

Ambas se abrazaron dándose consuelo, tanto Bandit como Chilli no sabían cómo responder a esta situación.

Ellos sabían que tarde o temprano un "problema adolescente" se presentaría en su hogar. Pero no imaginaban que sería algo relacionado con los dilemas amorosos de la peli-azul.

–Hubiera sido más fácil hablarles sobre lo malas que son las drogas y el alcohol. –Murmuro Bandit. Recibiendo un golpe de su esposa junto con una mirada molesta.

–¿Qué les parece si ustedes se quedan aquí? –Inicio Chilli una propuesta. –Mientras su padre y yo hacemos el desayuno.

–¿Comeremos en la cama? –Pregunto la hija menor.

–No veo porque no. –Chilli acaricio la cabeza de Bingo. –Pero solo el día de hoy.

–¿Podemos comer hotcakes? –Pregunto Bluey.

–Sera una torre inclinada de hotcakes. –Bandit hizo lo mismo con la mayor.

–¡Oh! ¿Y jugo de naranja natural? –La cola de la red heeler menor se empezó a agitar.

–Sí, también jugo de naranja. –Chilli fue la primera en levantarse.

–¿Y los hotcakes pueden estar bañados en miel? –Bluey se veía más animada, su cola también se movía levemente.

–Por supuesto que si nena. –Bandit acompaño a su esposa. Para hacer el desayuno.

Las niñas se quedaron solas.

–Bluey... –La llamo Bingo. –En serio, en serio lo siento. No quería hacerte sentir mal.

Bluey abrazo a Bingo. –No necesitas disculparte. Ósea si estuve un poquito molesta contigo por lo que me dijiste. Pero lo estuve pensando y creo que puedes tener razón.

–¿¡De verdad!? –Bingo salto de alegría. –¡Lo sabía! Uy perdón no quise-

–No, está bien. –Las orejas de Bluey bajaron. –Solo no sé cómo se lo tomarían...

–¿Por qué? Yo digo que se lo tomarían bien. –Bingo no entendía.

–¿No recuerdas lo que pasó con Muffin?

–Oh es verdad. Muffin no se lo tomo muy bien... –La menor ahora entendía. –Entonces no quieres herir los sentimientos de Mackenzie ni de Jean Luc...

–Exacto... –La peli-azul suspiro.

–¿Entonces por qué no los rechazas? –Era una solución bastante fácil.

–Bingo... No lo entiendes. –Bluey se lanzó a la cama. –No quiero arruinar la amistad que tengo con ellos. Las cosas entre nosotros se pueden volver tensas después de cortar esa línea.

–Entonces, solo sigue lo que dicta tu corazón. –Bingo se acostó a su lado. –Sea cuál sea tu decisión, mientras te haga feliz. Yo creo que ellos aceptarán eso.

Bluey miro a su hermana, le sonrió y la abrazo. La cola de ambas hermanas se agito levemente.

Juntos (Bluey×Mackenzie×Jean Luc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora