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Mackenzie se encontraba en una video-llamada con sus amigos. Los cuales no dejaban de regañarlo. Bueno al menos Rusty.

¡Yo te dije que le dijeras desde que te diste cuenta de tus sentimientos! –Lo regañaba. –Pero no. Alguien se puso de necio.

–Ya lo sé, no me lo tienes que repetir. ¡Apóyame como lo hace Jack! –Mackenzie intento defenderse del pelirrojo.

Al niño no lo metas, él apenas se enteró que te gusta Bluey.

¡Aun así tienes todo mi apoyo Mackenzie! –Gracias por el apoyo Jack, todos te queremos.

–A pesar de esto. De verdad los agradezco chicos. No sé qué estaría haciendo sin ustedes.

Claro que si hombre. ¿No te lo dije antes? Ninguno se queda atrás. –Rusty empezaba a dejar de lado sus regaños para apoyar a su amigo. Porque definitivamente iba a necesitar su apoyo cuando el estuviera en ese lugar. –Oye. ¿Por qué no le pediste ayuda a Capitán?

–Si lo pensé, pero no le dije nada. –Confeso.

¿Por qué? –Cuestionaron sus amigos al mismo tiempo.

Porque Capitán sale con Mía. Y ella es muy cercana a Bluey. Y según tengo entendido ellas frecuentan bastante seguido.

El par de chicos aullaron en símbolo de burla. No era para menos cada vez que ambas chicas se reunían, Mackenzie tenía la excusa perfecta para ver a Capitán y de paso observar a la blue heeler.
Se sonrojo.

–Ok, creo que ya estoy listo. –Anuncio ya determinado junto con su plan terminado.

¡Sí! –Festejaron los chicos. –¿Quieres que vayamos contigo como apoyo? –Pregunto Jack. Aunque haya sido la última persona en enterarse del enamoramiento de su amigo, quería ayudarlo en todo lo que pudiese.

–No, gracias chicos. Es algo que quiero hacer solo.

Muy bien solo recuerda que estamos aquí para ti hermano. –Le dijo Rusty. –Nos vemos.
Adiós. –Y ambos chicos se desconectaron.

Mackenzie respiro con profundidad. Ya era tiempo.

Con un poco de insistencia, logro que Lucky le dejara saltar su cerca para llegar a la casa de la peli-azul. Luego de la aventura de hace un par de dias. No quería encontrarse con la hija menor de los Heeler.

Era muy de madrugada, ni siquiera había pájaros cantando. Tal vez no fue su mejor idea, esperaba que Bluey no lo mandara a freír espárragos.

La llamo por teléfono. No esperaba que contestara, después de todo ella se veía cansada los últimos días. Pero contesto.

¿Mackenzie? ¿Paso algo? ¿Por qué llamas tan temprano? –La voz de Bluey sonaba somnolienta y preocupada. Al border calie le pareció muy adorable.
Perdón por levantarte. –Se disculpó antes de hacer su petición. –¿Puedes salir? Quisiera decirte algo.

Mackenzie esperaba una respuesta negativa de parte de Bluey pero se sorprendió recibir un "Voy para allá".

–Debe ser algo importante para que estés aquí muy temprano. –Bluey bostezo en un intento de sacudir su sueño.

–Si es importante, pero te lo tengo que decir en otro lugar. –El chico tomo la mano de ella, justo como solía hacerlo cuando eran niños. Siempre le gustó el tacto de la mano de la chica, suave y cálido.

Bluey miraba curiosa alrededor para saber o por lo menos intuir a dónde se dirigían. Hasta que acertó.

–Espera, conozco este camino. ¿Nos estamos dirigiendo al arroyo? –Sonrió.

Mackenzie igualó la acción. –Así es, vamos al arroyo. ¿Todavía puedes saltar las rocas? Recuerda que las verdes son resbalosas.

Bluey rio y le enseño la lengua. –Mientras no haya serpientes creo que estaré bien.

Los cachorros siguieron el camino que años atrás habían atravesado para llegar. Muchos recuerdos pasaron por su cabeza. En especial por la de la blue heeler.

Mackenzie guiaba a Bluey a través del bosque, sin soltarla de la mano.

–Wow, papá tenía razón. Este sitio sigue igual que hace años. –Miro asombrada de lo poco que había cambiado. Ese arroyo era como un lugar atrapado en el tiempo.

–Si tienes razón. –El cachorro saco entonces dos pequeños barcos mostrándoselos a la chica. –¿Una carrera por los viejos tiempos?

–Voy a ganarte. –Tomo uno de los barcos.

Ambos pasaron el resto de la madrugada jugando justo como cuando eran más chicos. Tanto como Mackenzie cómo Bluey añoraban esos días.

–Bluey, ven a ver esto. –El border calie llamo a la chica. Creia que ahora era el momento.

Ella se sacudió la poca tierra y fue hacia donde su amigo.

Había una gran vista de un hermoso amanecer de esos que nunca te detienes a ver.

–Vaya. Es muy hermoso. –Bluey sonrió.

–Si lo es. –Le respondió Mackenzie, este no veía el amanecer, su vista estaba fija en la peli-azul.

Bluey sintió la mirada, volteo a ver al chico. Este tomo su mano, le sonrió.

Y de la forma más honesta que pudo, por fin pudo liberar esas palabras que tanto le costaba decir.

"Estoy enamorado de ti".

Juntos (Bluey×Mackenzie×Jean Luc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora