Progresando.

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***
Enji leyó primero el informe de su hijo y luego el Katsuki. Al hacerlo, quedó gratamente sorprendido.

"Están bastante bien. Me sorprende que hayan sabido cómo rellenarlos porque no es sencillo."

—Buen trabajo.—Estos informes son dignos de un héroe profesional, podéis estar orgullosos.—Los felicitó sonriendo de manera orgullosa.

Ninguno de los dos chicos se lo creía.

"Mi padre no suele halagar porque sí, qué raro."

—¿Realmente eres mi padre?

—¡Shōtooo!—¡No digas tonterías!—Gritó molesto mientras aumentaban sus llamas.

—Retiro lo dicho, sí eres.

Katsuki, quien era un simple expectador, tuvo que aguantarse la risa como pudo.

El pelirrojo se dio cuenta de esto y le dirigió a Bakugou una mirada de advertencia.

—Por hoy ya habéis hecho bastante, os doy la tarde libre.

Al escuchar eso, Shōto se alegró mucho, pues podría pasar tiempo con su novio.

—Gracias, padre.—Dijo  luego mirar a su novio.—Vámonos, Katsuki.

—Sí.

Fueron a sus habitaciones a cambiarse y luego se encontraron para tener una cita.

—Katsuki, ¿te apetece que tomemos algo?

—Vale. ¿Qué lugar tienes pensado?

—No sé, uno que nos guste a los dos.

—Me parece bien.

Entonces salieron de la agencia de Endeavor y exploraron la zona en busca de un buen restaurante.

***
Se toparon con varios locales, que les parecieron bastante buenos y no acababan de decantarse por uno.

Al final se decantaron por el restaurante Oden.

—¡Buenas tardes! ¡Bienvenidos a Oden!—Los saludó cuando entraron.

—Hola, ¿tienen una mesa para dos?—Cuestionó Todoroki.

—Sí, por supuesto. Sigánme.

Le hicieron caso y siguieron a la mujer hasta una mesa algo apartada, tras un biombo en el tendrían la intimidad suficiente para besarse si querían.

—¿Les gusta esta mesa?

—A mí me gusta, ¿tú qué opinas, Katsuki?

—Me agrada, quedémonos aquí.

El de doble kosei sonrió y le dijo a la señora:

—Nos quedamos con esta mesa.

—De acuerdo.—¿Quieren pedir alguna bebida mientras deciden qué pedir?—Preguntó mientras los novios se sentaban.

—Sí, yo quiero soda.—Dijo Shōto.

—Yo un refresco de cola.—Dijo el de kosei explosivo.

La camarera lo apuntó y fue a buscar las bebidas a la cocina.

—Espero que la comida sea buena porque los precios son un poco elevados.—Comentó Bakugou mirando el menú.

—No te preocupes, yo invito.

—¿En serio?

—Claro. Debo compensarte el esfuerzo que haces conmigo.—Le dijo guiñándole un para darle a entender que hablaba con doble sentido.

Katsuki se ruborizó un poco y murmuró:

—E-eres un pervertido, Shōto.

—Sí pero te gustan mis perversiones, ¿no es así~?

—N-no digas tonterías y decidamos qué pedir.

—Como quieras, Mi Katsuki~

Revisaron los platos y decidieron sus pedidos, los cuales fueron: Katsuki se pidió tempura y okonomiyaki; mientras que Shōto se pidió sushi y tonkatsu.

En cuanto la mujer llegó con las bebidas, ellos le dijeron lo que querían y pudieron quedarse solos de nuevo para coquetear y conversar esperando su comida.

***

Todoroki miraba con ternura a su amado, poniendo una de sus manos sobre las del rubio cenizo a la vez que le hablaba.

—No te imaginas lo feliz que me haces al haber aceptado realizar las prácticas en la agencia de mi padre.

—¿Tan mal lo pasas cuando estás con él?

—Sí, es mucho más exigente conmigo pero, al estar tú; se ha relajado un poco.—Por eso estoy agradecido.

—No hace falta agradecimiento alguno, yo solamente acepté para poder estar contigo. Así que lo hice por egoísmo.

—No estoy de acuerdo. Tú sabes desde hace tiempo la mala relación que tengo con mi padre y que se podrían producir momentos de tensión.—Y, sin embargo; aquí estás. A mi lado, apoyándome.

—Soy tu novio, es obvio que estaré a tu lado, ¿no es lo normal?

—Claro que sí, Katsuki.—Dijo tomando la mano derecha del más bajo para besarla.

Las mejillas del chico de ojos rubí se tiñeron de rojo carmín por el romántico gesto.

"Esto es tan irreal..."—Pensó Bakugou feliz.

En ese momento, se escuchó un carraspeo cerca de ellos, lo que hizo que se volteasen encontrándose con la camarera.

—Lamento interrumpirles pero les traigo la comida.—Dijo poniéndole a cada uno su primer plato.

Los dos se avergonzaron por haber sido descubiertos siendo cursis mas, pronto se les pasó al rugir sus tripas por el hambre que sentían.

—¡Buen provecho!—Dijo la camarera.

—Gracias.—Dijo Shōto.

Dicho esto, empezaron a comer y a disfrutar del tiempo libre que iban a tener.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!










¡No lo acepto! [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora