Capítulo 03

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NIRA

Me despierto agitada y con sudor en la frente. Necesito salir de aquí, necesito respirar.

El aire no me llega a los pulmones. Me ahogo.

-¿Princesa? -murmura Neteyam adormilado.

Me lo han asignado para vigilarme esta noche.

No puedo contestarle ni con una burla. No puedo hablar ni respirar.

-Ey, cálmate. -Oigo sus pasos y lo veo acercarse a mi.

Estoy frenética. No paro de mirar a mis lados por si ella aparece.

-N-no...

Intento apartarme cuando Neteyam alarga un brazo para tocarme pero él lo vuelve a intentar y esta vez no tengo fuerzas para alejarlo.

Me coge la cara con sus manos y se acerca a mi.

-Oye, soy yo, el idiota al que disparaste -susurra cerca de mis labios.

Mi respiración desacelera lentamente y los latidos de mi corazón aflojan el alto ritmo que tenían.

-¿Donde estoy? -pregunto aun tratando de respirar.

-En la cabaña de los Metkayina -responde sin apartar sus ojos de los míos.

Me recupero en cuanto me dice eso.

Me separo lentamente de él y me deja, pero no deja de analizarme en ningún momento. Me siento en la cama mirando el suelo y tratando de olvidar mi pesadilla.

He dejado que Neteyam se entere de que tengo pesadillas.

-¿Hace cuanto te pasa? -pregunta con una delicadeza inusual en él.

Y, no sé porque, le contesto;

-Desde que tengo memoria.

Él avanza hasta sentarse a mi lado en la cama.

-Yo también las tengo. Cada noche -murmura y lo miro a los ojos, sorprendida por su confesión.

Casi le sonrío. Casi.

Hasta que me doy cuenta de que esto no puede pasar. Soy su enemiga, no puedo sentirme cómoda a su lado.

Y, sobretodo, no puedo admirar su rostro como lo estoy haciendo.

-Genial -murmuro antes de salir de la cabaña e ir a encontrar a otro guardia.

[...]

-Solo tienes que aplicar lo que hemos estado trabajando -tartamudea Tsireya a mi lado.

-¿Me tienes miedo? -la interrumpo antes de que pueda decir nada más.

-¿Mhm?

-Que si me tienes miedo, Tsireya -repito y ella se tensa.

Estamos solas en la playa, y si yo fuera ella también tendría miedo.

-Te tengo respeto -corrige ella sonriendo tensamente.

-Eso está bien.

Tsireya se aclara la garganta antes de hacerme una señal para que entremos en el agua.

Pero no llegamos demasiado lejos ya que Ao'nung y su padre nos llaman la atención y ambas retrocedemos.

-Tsireya, tienes que venir -grita Ao'nung y ella no duda en correr hacia su hermano.

Ni siquiera cuando acaba de dejar a una prisionera de guerra sola.

Pasan escasos segundos y ya tengo a un grupo de tres na'vis pequeños a mi alrededor. Deben tener unos siete años cada uno.

Chica de CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora