Chica de Cenizas

Capítulo 21

NIRA
No siento pena por mi padre, tampoco me duele el corazón como se supone que debería hacerlo.

Supongo que llega un momento en el que comprendes que compartir sangre no os convierte en familia, que tu verdadera familia se crea a medida que la vida pasa, y este es la mía.

—Vienen los humanos —Jake explica el motivo de la reunión.

Al tener mi aldea en ruinas, la mayoría de los Ayuura han venido aquí a refugiarse así que yo también vivo aquí de momento.

—¿Y como sabes tu eso? —inquiero con una mirada acusadora.

—Tengo un espía en la línea enemiga —contesta con molestia.

Soy muy consciente de lo insoportable que le resultó a Jake Sully pero nadie lo obliga a ver todas las reuniones. No debería ni estar aquí, teniendo en cuenta que no es el líder de ningún clan.

Tonowari es un blando.

—Vale, digamos que me fío de ti por un segundo, ¿cuanto tiempo tenemos? —digo en un caso hipotético.

—Tres de semanas, a lo sumo —responde Jake.

Sus palabras tan disciplinadlas me molestan.

—¿Como se supone que vamos a organizar una guerra en tres semanas? —pregunta Mai con burla.

—Aquí no organizamos las guerras, niña —escupe Tonowari, ganándose un gruñido por parte de Mai.

—Supongo que por eso las perdéis —replica ella, rodando los ojos.

—Me da absolu...

—Aquí no se van a hacer las cosas a tu manera, Jake. Somos aliados, ¿o no? —pregunto en todas direcciones, interrumpiendo el comentario innecesario de Jake.

—Lo somos —gruñe Tonowari para evitar que Jake figa una tonteria.

—Entonces debatiremos entre todos las opciones que tenemos —advierto y un par de na'vis Metkayina asienten, convencidos.

Pasamos toda la mañana hablando sobre la información que tenemos de los humanos, y de las posibles salidas que tenemos. Jake dicen que vuelven para buscarlo a él y a su familia y sugiere que huyamos, pero ninguno de nosotros apoya ese plan. Ni siquiera Tonowari.

Mientras Tonowari explica los puntos débiles del campamento, hago una nota mental para decirle a Teikai que haga una jugada maestra para la defensa.

***

NETEYAM
—¿Lo'ak? —lo llamo, intentando averiguar si está en su cabaña.

—Aquí —contesta con voz dormida.

Desde que volvimos de la guerra no ha salido de aquí, manteniéndose más dormido que nada. Yo lo he visitado cada día desde entonces.

—Nira quiere verte —anuncio mientras avanzo hasta él, que está sentado contra una de las cañas de bambú que sujetan la cabaña.

—Yo no quiero verla.

Suspiro, pero me siento a su lado encima de su cama.

—No puedo decirte que lo siente... Pero te juro por Eywa que yo lo siento —murmuro bajando la cabeza.

Esta conversación me incomoda, aunque se que es necesaria.

Lo'ak se encoge sobre si mismo como si le hubiera dado una patada en el estómago. Desde luego parece que he revivido algo en su interior no muy agradable.

—¿Te disculpas por haberte enamorado de ella? ¿O se trata de que te has acostado con asesina de mi novia? —pregunta apretando la mandíbula y cada palabra es un cuchillo más en mi corazón.

Obligo a mi cerebro a trabajar.

—Las dos. Yo... Lo siento mucho Lo'ak, no te lo merecías. —Pongo una mano en su espalda, intentando reconfortarlo.

Tsireya si se lo merecía.

—Ya da igual.

—No es verdad, te duele —pubtualizo.

—Pero se que no es tu culpa, hermano. —Lo'ak me sonríe y, aunque no sea una sonrisa alegre, me es suficiente.

—Bien.

—Si, bien... —responde mi hermano.

Carraspeo antes de hablar:

—Nira quiere hablar contigo, ve y procura no pasarte con ella. —Lo empujo para que se levante de la cama.

A Nira no le gusta que la hagan esperar.

—Si total, ella tampoco siente nada.

Lo'ak desaparece hacia la playa y yo rezo en silencio que eso no sea cierto porque yo siento, y mucho. Y no puedo aceptar que no sea correspondido.

***

NIRA
Después de comer, ya estoy de camino a la cabaña para ver a Neteyam, que prácticamente ha sido obligado a quedarse en reposo después de la explosión.

Pero alguien decide interrumpir mi caminata.

—¿Puedo pedirte un favor? —me pregunta Teikai al llegar a mi altura.

Su sonrisa habitual no está presente en su cara, así que eso ya es motivo de preocupación. A parte de que debería estar con Inut con mi clan.

Decido no preguntar todo que claramente quiero preguntarle.

—Tu pide, yo ya veré si te lo concedo —contesto con altanería.

Teikai suspira antes de hablar:

—Me gustaría que me enviases lejos.

Me quedo atónita. ¿Lejos? ¿Se ha pensado que soy una agencia de viajes o qué? Abro aún más los ojos cuando comprendo que lo dice totalmente en serio y eso me hace pensar en que algo no va bien con Inut.

Teikai ha sido independiente siempre pero esto no es normal. Aunque parezca un poco gilipollas, yo lo conozco mejor. Sé con certeza que esto no lo haría en situaciones normales, que esto no me lo pediría. Él no toma decisiones apresuradas.

Estuve entrenándome con él desde que éramos niños, lo sé muy bien.

—¿Y donde sugieres? —inquiero con curiosidad.

Conociéndolo, ya debe haber pensado algo, y se ve en su cara lo aliviado que está porque yo no he hecho preguntas sobre su motivo.

—Envíame a espiar a los humanos. Decías que no te fiabas de Jake, así que déjame ser tu espía —propone con una media sonrisa.

—¿Y porque debería fiarme de ti? —pregunto con una ceja enarcada.

El mestizo sonríe con falsa inocencia.

—No deberías, pero sabes que soy mejor opción que Jake —contesta sin borrar su sonrisa.

—Tu si que sabes venderte, mestizo —ironizó, rodando los ojos.

—Una de mis muchas cualidades.

Finjo pensármelo, aunque ya tengo clara mi respuesta.

—Está bien, mañana por la mañana te vas —añado y doy media vuelta para seguir con mi camino.

Bueno, si se quiere ir, no soy yo quien se lo va a impedir. No soy su fan número uno que digamos.

Y tengo otra guerra que planear.