NETEYAM
Nira se ve como una auténtica reina dictando su plan, como si esperará que Pandora entera se arrodillara a sus pies con solo una mirada. Luce poderosa aunque no esté en un trono.—Hay que tener alguien dentro —murmura Nira, distraída.
—Cualquiera de mis soldados puede entrar y salir sin ser visto —dice Tonowari mirándola.
Nira siquiera lo mira, solamente niega con la cabeza sin apartar la mirada del mapa.
Y tengo que admitir que me ha sorprendido; sabía que era fría, pero el hecho de que no haya teñido reacción alguna a las palabras de Tsireya, por mucho que sean mentira, me hace pensar que no es capaz de sentir.
Una parte de mí estaba esperando que matara a Tsireya allí mismo, una parte muy enferma. Desearía haber conseguido una reacción de su parte, pero no hubo nada. No lo hay ahora.
Supongo que no lo he negado porque la esperanza no ha muerto aún.
—Va a entrar Mai —dicta Nira y los demás no la contradicen. —Y ella sola va a matar a la guardia personal de mi padre, con el objetivo de distraerlos.
—¿Una sola na'vi? —pregunto con extrañeza.
—Mai no es cualquier na'vi —contesta sin levantar la mirada.
Frunzo el ceño y la parte racional de mí me dice que no es el momento ni el lugar, pero de nuevo, la parte impulsiva me ordena que actúe ya.
Y, eso hago. Cojo a Nira de la muñeca, tirando de ella hacia fuera de la cabaña. Ella se queja pero no me empuja ni me aparta.
Lo último que veo antes de desaparecer por las cortinas que nos separan de la playa es a mi padre fulminandome con la mirada.
—¿Que crees que haces? —me grita ella cuando ya no nos oyen.
—Hablar contigo.
Ella levanta una ceja, como si estuviera retándome a decir más estupideces.
—Habla.
—Habla tú, ¿que te pasa, porque ni siquiera me miras ahí dentro? —preguntó exasperado.
Nira dibuja una sonrisa burlona en sus labios.
—¿Querías que te mirara? —me devuelve la pregunta con tono burlón.
Estoy bastante seguro de que me sonrojo ante la acusación. Y, joder, ¿desde cuando me sonrojo yo?
—Puede —me decido por decir.
Nira frunce el ceño y se hecha a reír, como si hubiera dicho algo extremadamente gracioso.
—¿De qué te ríes?
—De que dices querer que te mire mientras tus ojos están puestos en otra —suspira, poniéndose seria otra vez.
Le lanzo una sonrisa de oreja a oreja.
Una parte de mi está demasiado emocionado por esto y quiere dar saltos de alegria. Joder, ¿que digo? Todas las partes de mi quieren hacer eso.
—Creo que tendrás que especificar —le sonrío con inocencia.
Nira rueda los ojos.
—Hablo de Tsireya, idiota.
—Ah, eso. ¿Estas celosa? —pregunto sin borrar la sonrisa ladeada de mi cara.
Espero un segundo, dos. Mientras ella se lo piensa con la mandíbula apretada yo me dedico a recorrer su cuerpo con mi mirada.
Por dios, a veces pienso que ella no puede ser real.
—Si —responde con fastidio, como si alguien la hubiese obligado a decirlo. Abro la boca con sorpresa al oir su respuesta. —Y ahora déjame ir a planear una matanza.
Intenta pasar por mi lado pero yo se lo impido, cogiéndola por la muñeca y obligándola a quedarse donde estaba. Sonrío ampliamente cuando intenta zafarse de mi agarre.
Ella es una luchadora, pero suele olvidar que yo también.
—Déjame de una vez, Neteyam —ordena con una mirada fulminante.
—No.
—¿Porque no?
—Porque te quiero aquí, conmigo —murmuro con la mirada perdida entre sus ojos y su boca.
La acerco a mi y, sorprendentemente, ella se deja. Y noto perfectamente el corte en su respiración cuando sitúo mis manos en su cintura.
—¿Y si yo no quiero estar a tu lado? —pregunta entrecerrando sus ojos miel.
Creo que es la na'vi mas sexy que he visto en mi vida, y créeme, he visto muchas.
—Claro que quieres.
Bajo una de mis manos hacia su culo e instintivamente sonrío al notarlo firme contra mis dedos.
—No después de que te hayas tirado a Tsireya —susurra cerca de mis labios, aunque no suena muy convincente.
No sé en que momento nos hemos acercado tanto, solo se que nuestros pechos se rozan y puedo perfectamente notar sus pezones a través de la fina tela de su camiseta. Si es que eso se podia llamar camiseta.
La respiración se me acelera cuando nuestras ingles se rozan.
—No me la he tirado —admito sin rastro de una sonrisa en mis labios.
Ella se separa un poquito y me mira con el ceño fruncido.
—¿Que?
—Que no la he tocado, princesa. Solo fui a ver como estaba y ella se abalanzó sobre mi y empezó a pasar sus manos por mi pecho... Le dije que parar pero... —Aparto la mirada de sus ojos para enfocarme en cualquier otro lado.
Me da hasta vergüenza admitir que no pude pararla.
—No paró —acaba Nira por mi.
Sus ojos ya no reflejan ni un ápice de deseo, ahora son letales para cualquiera que los contemple. La rabia contrae todo su rostro.
—No —confirmo yo, aunque no hace falta.
Nira se separa aun mas hasta quedar a un metro de distancia. Mierda, solo espero que esa rabia no vaya dirigida hacia mi.
Veo como aprieta los puños antes de volver a hablarme:
—¿Hasta donde llegó?
Trago saliva.
—Se subió a mi regazo e intentó besarme, pero no se lo permití —hablo despacio, temiendo su reacción.
Y, en un parpadeo, Nira ya se está alejando rápidamente hacia la playa con la mirada eclipsada por lo que identifico como rabia.
—¡Nira! —la llamo pero no me contesta, y en pocos segundos ya ha desaparecido de mi vista.
Pero mis gritos han llamado la atención de papa y los demás. Observo como Tonowari sale de la cabaña junto a muchos otros, que me miran con desdén.
Ya, perdonad por chillar, es que es probable que alguien vaya a cometer una locura.
—¿Que te pasa a ti ahora? ¿Y la niña? —me exige papa dando un paso hacia mi.
Él siempre me ha intimidado, pero se podría decir que cuando esta enfadado mi cuerpo se tensa automáticamente por el... ¿miedo?
—No lo sé, se ha ido corriendo —digo simplemente porque no se que mas contar.
¿Como se le explica a tu padre que la hija de sus ex enemigos a la que, por cierto, me estoy tirando, se ha enfadado y creo que va a matar a alguien?
Pero no hace falta que diga mucho más, porque un grito agudo que viene de la playa aleja las miradas de mi y nos pone a todos al tanto de la situación.
Mierda Nira, ¿que cojones has hecho?
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Chica de Cenizas
RomanceNira y Neteyam no tenían porque conocerse pero a pesar de lo que estaba predestinado, lo hicieron. Sus clanes llevan años peleados y dos años en guerra, y Nira es la próxima líder de su clar, por lo tanto están obligados a odiarse. A Nira siempre l...