OO4: EMPEZAR A SANAR

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De nuevo.

Se encontraba de nuevo en la misma escena. Todo a su alrededor oscuro, sus manos manchadas de sangre y miles de voces gritando sobre su cabeza, su cuerpo débil, cada parte de su ser se desarmaba y la falta de aire se volvía desesperante.

«Es tu culpa», «debiste ser tú», «es tu culpa, tú les quitaste a Sunmi»

Con fuerza se levantó, se sentía mareado, no podía respirar, lo intentaba, pero realmente el aire no llegaba a sus pulmones. Se agarró de las sábanas con fuerza, estaba entrando en pánico, asustándose al no poder recuperar la calma. Respira, se exigía a sí mismo, pero parecía que la orden no llegaba a su cerebro, manteniéndose a la deriva.

Sin embargo, la puerta de la habitación fue abierta, entrando por ella Min YoonGi, tenía el ceño ligeramente fruncido, no entendiendo lo que pasaba.

YoonGi se encontraba algo confuso, ya que se había despertado de pronto, sintiendo el llamado de alguien, su lobo siendo el principal preocupado y atento al extraño llamado se había levantado de la cama y empezado a caminar en la habitación del omega, a quien ahora veía preocupado.

JiMin estaba hiperventilando y su rostro estaba empapado en lágrimas. YoonGi pronto supo de qué se trataba. El alfa se sentó en la cama, dejando algo de espacio para no hostigar al menor, quien había pasado su mirada al hombre. Estaba asustado.

—Bien JiMin, necesito que hagas esto conmigo, ¿de acuerdo?, te ayudaré a respirar, lo harás bien —dijo con voz calmada, tomando ahora las manos del omega, queriendo darle apoyo—. Empecemos...inhala, exhala, vamos —comenzó, siendo poco después seguido por JiMin, poco a poco logrando que se relajara—. Lo estás haciendo bien, sigue así.

YoonGi había aprendido sobre los ataques de pánico y cómo controlarlos ya que, años atrás, luego de rescatar a JungKook, el joven alfa sufrió un tiempo de ellos, siendo así, todos aprendieron ayudarlo, investigando cómo controlarlos.

El omega volvió a respirar tranquilo, sin embargo, empezó a llorar con más fuerza, logrando que la preocupación del alfa aumentará.

—Lo siento —empezó a decir entre balbuceos—. De verdad lo siento, es mi culpa, lo siento, lo siento, yo debí tomar el lugar de Sunmi, no la detuve cuando dijo que ella los distraería, debí detenerla, lo siento —sollozó con fuerza, escondiendo su rostro entre sus rodillas.

El mayor se acercó a JiMin, sentándose bien a su lado, se lo pensó un poco, no sabiendo si debía hacerlo, pero terminó siendo impulsado por su lobo. Pasando su brazo, recostó al menor en su pecho, dejando que llorara todo lo que tuviera que llorar, dándole suaves palmadas en su brazo.

—No es tu culpa... —le susurro.

YoonGi entonces supo que era hora de hablar con JiMin, ya se había tardado mucho, no podía seguir atrasando la conversación. El menor necesitaba ayuda, la situación lo sobrepasaba y no podría él solo con todo el peso de la culpa, culpa que no debía sentir.

Volteando hacía el omega vio como este parecía empezar a caer dormido. Lo tomó con cuidado y lo recostó en su cama, arropándolo poco después. El alfa miró a JiMin unos segundos, sus manos picando para acariciar aquellas abultadas mejillas y limpiar las lágrimas que habían quedado en ellas. Iba a detenerse, pero su cuerpo pareció actuar antes, posando su pulgar, limpiando el rostro con delicadeza.

Siendo consciente de lo que hizo, alejó su mano. Junto sus labios en una línea recta algo confuso sobre la forma en que su lobo logró tomar el control y lo hiciera actuar de manera impulsiva. Era extraña la forma en la que parecía estar acostumbrándose al menor, como su lobo y él se sentían tan en confianza desde el día en que lo rescato.

we are more than a coincidence © yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora