❝ A veces los peores escenarios, son los que
mejores suertes te traen ❞.
JiMin llegó a un punto en el que realmente creyó
haberlo perdido todo, pero al final, termino
internándose a un mundo desconocido y quedando
bajo la protección del mismísim...
—Bien, haremos lo siguiente —YoonGi cambió su expresión a una seria, tomando su rol de líder—. Jin, revisa las cámaras de seguridad de dónde salió el auto e identifica a donde fue, JungKook, manda un pequeño grupo a buscar a los guardias de JiMin y saber que les paso, cualquier avance, díganme —dicho eso, cada uno salió de la oficina a hacer su parte.
Kim fue el único en quedarse.
—¿Crees que fueron los Nam? —indago mirando a su mayor.
—No lo creo, sé que fueron ellos —el alfa cruzó miradas con NamJoon—, y por eso les haré vivir el mismísimo infierno por el simple hecho de haberlo tocado.
El alfa peligris asintió, sabía que aquella promesa era un juramento, aquel brillo dorado en los ojos de YoonGi era la suficiente prueba.
Al irse NamJoon de la oficina, Min se dejó caer de nuevo en el sofá, su lobo estaba desesperado y hecho un lío total, le habían arrebatado a su omega y eso los tenía al borde del precipicio.
Luego de tomar una larga respiración, se paró decidido a ayudar con la búsqueda, pero Suni entrando a su oficina lo detuvo. Un poco confuso vio a la omega acercarse con una mirada de preocupación, al parecer ya la habían puesto al tanto de la situación, pero lo que realmente lo destanteo fue el cómo inconscientemente todo su cuerpo dejó de estar alerta, volviéndose un poco más vulnerable ante la mujer.
—¿Cómo estás? —indagó la mayor mientras acariciaba con calma el brazo de YoonGi.
—Es complicado... —fue su respuesta, puesto que tenía tantas emociones mezcladas que realmente no sabía cuál predominaba más.
¿El miedo, la ira, la preocupación, la culpa...?, no estaba seguro.
—Comprendo —la mujer tomó asiento siendo imitada por el alfa—. TaeHyung me contó sobre lo que estaba pasando entre tú y JiMin, veo que después de todo este tiempo decidiste abrir tu corazón de nuevo —Suni miró al joven con cariño, sabía que Min necesitaba hablar de todo lo que estaba pasando, no por nada HoSeok le pidió que hablara con él.
—Si, pero deje que el miedo me ganara y ahora...solo estoy rezando por poder tener la oportunidad de arreglar las cosas con él —un nudo se formó en su garganta al recordar el sentimiento que lo recorrió antes de que TaeHyung llegará—. Sentí su llamado Suni...sentí su miedo —su pecho se apretó con fuerza y sus ojos picaron—. No sé cómo pasó, ni cómo logre sentirlo, no es la primera vez que pasa y odio admitir que en ambas situaciones JiMin estaba sufriendo... —las palabras salieron por si solas, no se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba soltarlo—. Espero esta vez poder estar para él cómo la primera vez...
—Y lo estarás, lo encontrarán e irán por él, ya verás —intentó animar la mujer.
—Sabes —soltó un suspiro cansado—. El plan era protegerlo, no enamorarme de él —sonrió con tristeza.
—El destino es impredecible, pero también sus jugadas son para bien —tomo la mano del menor y le sonrió con calma—. Tu historia con JiMin apenas comienza, te prometo que lo tendrás de vuelta pronto.
Min intentó aferrarse a las palabras de Suni, puesto que, sabía que no estaba listo para perder a alguien más en su vida, no cuando tenía tantos sentimientos guardados listos para ser mostrados.
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