Capítulo 13

235 39 8
                                    

Si pensaba que tenía una voz maravillosa por la forma en que silenciaba todo lo que había a mi alrededor, si creía que su contacto era increíble por la forma en que me erizaba piel bueno, pues puedo asegurar que su forma de besar es de otro mundo. Y aunque no soy ningún experto (solo he besado a un chico con anterioridad), estoy dispuesto a apostar cualquier cosa a que un beso como este, un beso tan completo y trascendente, es de las cosas que ocurren una sola vez en la vida. Y cuando se aparta para mirarme a los ojos, cierro los míos de nuevo, lo agarro por las solapas y vuelvo a acercarlo a mí.

Hasta que Juvia dice:

—Caray, os he estado buscando por todas partes. Debería haber supuesto que estaríais escondidos aquí fuera.

Me aparto de Sett, horrorizado por haber sido atrapado con las manos en la masa poco después de jurar que ni siquiera me gustaba.

—Solo estábamos....—Ella alza la mano para acallarme.

—Por favor, ahórrame los detalles. Solo quería que supieras que Power y yo nos vamos ya.

—¿Tan pronto? —pregunto, aunque la verdad es que no sé cuánto tiempo llevamos fuera.

—Sí, mi amiga Raynare ha pasado por aquí y quiere llevarnos a otra fiesta. Estáis invitados a venir si queréis aunque parece que estáis bastante ocupados. —Sonríe con sorna.

—¿Raynare? —pregunta Sett, que se pone en pie tan rápido que su cuerpo se transforma en un mero borrón.

—¿La conoces? —dice Juvia. Sin embargo, Sett ya ha empezado a alejarse tan deprisa que nosotros apenas podemos seguirlo.

Corro detrás de Juvia, impaciente por atraparla, desesperado por explicarle lo sucedido, pero cuando llego a las puertas de la terraza y la agarro del hombro me invade tal oscuridad, tal cantidad de ira y desprecio, que las palabras se me quedan congeladas en la punta de la lengua. Ella se aparta y me mira por encima del hombro con expresión glacial.

—Ya te dije que se te da de pena mentir —dice antes de seguir adelante.

Tomo una profunda bocanada de aire y sigo sus pasos por la cocina hasta la sala de la fiesta y después hasta la puerta sin apartar los ojos de la nuca de Sett, que se mueve con velocidad y aplomo, como si supiera con precisión dónde encontrar a la tal Raynare. Y para el momento en que llego al vestíbulo, me quedo paralizado al verlos juntos: a él engalanado con todo el esplendor de Hou Yi y a ella disfrazada de una Chang' e tan espléndida, adorable y exquisita que me deja a la altura del betún.

—Tú debes de ser —Ella alza la barbilla mientras clava en mí unos ojos que parecen esferas de color violeta amatista.

—Aphelios —susurro al tiempo que me fijo en su pelo azabache, su cremosa piel inmaculada y la maraña de perlas que le rodea la garganta. Sus perfectos labios rosados están separados y dejan ver unos dientes tan blancos que no parecen reales.

Me doy la vuelta hacia Sett con la esperanza de que él pueda aclararme algo, darme alguna razón lógica que explique por qué la pelinegra del Saint Regis ha acabado en mi vestíbulo. No obstante, él está tan ocupado mirándola que apenas es consciente de mi existencia.

—¿Qué estás haciendo aquí? —le pregunta casi en un susurro.

— Juvia me ha invitado —responde con una sonrisa.

Y, mientras paseo la mirada entre ambos, un miedo frío y aterrador invade mi cuerpo.

—¿De qué os conocéis? —pregunto al notar que el comportamiento de Sett ha cambiado por completo, que de repente se ha vuelto impasible, frío y distante. En estos momentos, hay una nube negra donde solía haber sol.

ETERNO (SettxAphelios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora