MALEDICTUS: Una maledictus son individuos del sexo femenino cuya sangre está maldita, lo que les permite trasformarse a voluntad en alguna criatura, aunque con el tiempo las lleva a transformarse en una bestia permanentemente.
Donde Kendra se une a...
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MORTIFAGOS
MARZO 1980
A pesar de estar embarazada Kendra no dejaba las misiones, había optado por mantener el embarazo en secreto de todos los miembros de la Orden, solo pidió un cambio de acompañante.
Ahora era Remus quien la acompañaba en cada misión.
Les habían asignado una misión sencilla, buscar un guardapelo.
Kendra no entendía para que su tío necesitaba otro si recientemente le llevó uno que su madre le dio, pero prefirió ahorrarse las preguntas para después.
— ¿Cómo la están pasando con James? — preguntó Remus buscando un tema del que hablar. — Lily los extraña mucho.
— No es la única — comentó Kendra aventando una piedra. — Credence la extraña todos los días, él preferiría seguir en casa de Lily que estar con James.
— ¿Tan mal se llevan?
— No lo quiere, Remus — confesó Kendra. — Credence no quiere a James, ni siquiera un poco. Y creo que preferiría vivir con Sirius que conmigo.
Los dos caminaron por el bosque hasta ver una pequeña cabaña. Aquella casa le dio un escalofrío a Kendra, sentía que había estado allí antes, pero como todo en su memoria ese recuerdo estaba bloqueado.
Siguió caminando junto a Remus siguiéndole de cerca. Kendra iba tan concentrada en la cabaña y descubrir que significaba en su pasado que estuvo a punto de caer al suelo, Remus la sostuvo.
— No me sueltes — pidió Kendra.
Remus no la hubiera soltado, pero escuchó la forma en que se lo pidió, se lo estaba rogando y pudo descifrar algo más en su voz: miedo.
Tomados de la mano, ambos caminaban hasta acercarse a la cabaña, fue Remus el primero en intentar abrirla descubriendo que estaba hechizada.
— Lo haré yo — Kendra levantó su varita y nada funcionó.
Era confuso porque no abría la puerta con hechizos, a menos...
Kendra se agachó buscando en su bota una daga que guardaba, corto su palma esperando que la sangre saliera.
— ¿Qué estas...?
— Comprobando una teoría — respondió Kendra a Remus.
Dejó su sangre en la puerta y está abrió, debió pensar que por algo su tío la envió a una misión sabiendo su estado, de igual manera ella no quería seguir lejos de las misiones por estar embarazada.