18 | Una...¿Explo-fiesta? (I parte)
Una ola de emociones contradictorias me arrasa con fuerza al ver lo que todos prepararon para mí.La amplia sala de la cabaña y el empinado techo están decorados con globos dorados y blancos. Sostenido por dos esquinas, hay un bonito y largo cartel, que dice: Felicidades a la graduada más guapa del universo.
Una alfombra roja abarca el centro de la sala y, en un rincón de ésta, se encuentra un espacio decorado con globos, formando una especie de arco, en donde deduzco que es un lugar para fotos. En una de las esquinas hay una mesa en la que puedo visualizar dulces de todo tipo, e incluso, una lujosa fuente de chocolate.
Todos los presentes me miran, expectantes, y caigo en cuenta de que aún sigo en la puerta, sin dar un paso.
Quiero sonreír por la bonita sorpresa y agradecerles, pero también quiero llorar hasta quedarme sin lágrimas.
Inconscientemente, paso la mirada por cada una de las personas que se encuentran en la sala, buscándola, pero no encuentro a mi hermana con su hermosa sonrisa. Ya no está.
Una sutil brisa colándose por la puerta aún abierta, me eriza los vellos y las lágrimas se agrupan en mis ojos.
—Joder, sabía que esto era una muy mala idea.—se queja Nat a mi lado.
Mi padre sale de su ensimismamiento al ver que estoy a punto de derramar lágrimas, y se aproxima a mí con rápidos pasos.
—Cariño, yo...lo sien-
—No eres el culpable de esto, Arthur—una voz profunda y armoniosa lo interrumpe. Ryan no tarda en buscar mi mirada y trago saliva, pasé días sin verlo.—Natasha se opuso en llevar a cabo mi plan, tu papá no se mostró muy convencido y mi madre no estaba completamente segura cuando le pregunté que opinaba...
—¡Yo fuí la primera en apoyarlo!—lo interrumpe Kora desde su lugar, al echarles un vistazo, noto que nadie se ha movido de donde estaban cuando me dieron la sorpresa, e incluso, la pequeña Lizzie tiene un globo en sus manos sin terminar de llenar.
—Lo siento mucho, Ellie.—se disculpa Ryan—Pensé que esto podía salir bien.
Las mejillas del castaño se tornan de un leve rosa y noto como le cuesta sostenerme la mirada.
Se encuentra avergonzado.
Tomo una gran bocanada de aire en un intento de alejar las lágrimas que amenazan con salir, y las comisuras de mis labios se alzan en una pequeñísima sonrisa.
Tú también soñabas con este día, hermana. No tengo la menor idea de cómo disfrutarlo sin ti, pero, al menos por esta noche, me olvidaré de la culpa que siento.
Llevo una mano al hombro de Nat y le doy un suave apretón, logrando que se detenga de mandarle miradas asesinas a Ryan.
—Estoy bien.—mi voz sale baja, casi inaudible.
—¿Segura? Si no quieres, dímelo y esto se acabará.
—¡Pero si esto aún no empieza!—exclama Kora con un bombón de chocolate en la mano.
ESTÁS LEYENDO
Volveré a verte
Novela JuvenilTras la inesperada y dolorosa muerte de su muy adorada hermana, el mundo de Ellie Gauthier se convierte en un calvario por tormentosas voces en su cabeza, junto a una pesada carga que no parece tener intenciones de aligerarse: La culpa. Entre drogas...