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- Mara, mara, no te duermas estoy aburrido - nacho me golpeó varias veces para que me despierte, íbamos a camino a casa volviendo de la casa de linda y el papu.

- Cállate Juan Ignacio - nisiquera abrí los ojos, volví a intentar dormir. - Ay nicolas, que bien chapas um um - se acercó para irritarme, sin previo aviso lo agarre de los pelos empujandolo haciendo que casi caiga arriba de matias.

Me ataje para prevenir una tirada de pelos pero fue para nada, - Ay hijo de puta - me tire arriba de el para agarrarle la melena castaña clara que tenía.

Pidió ayuda a mi papá pero fue en vano y justo cuando grito "papá" le salió un gallo, lo que me hizo casi mear de la risa.

- Ya paso el chiste eh - dijo mirándome mal de reojo, habían pasado veinte minutos y yo me seguía riendo.

- Si te seguís riendo te voy a pegar un piñón - dijo pero el ruido de los frenos fue más fuerte al indicar haber llegado.

No sé cómo llegué a mi cama, estaba cansada nose de que pero la cama me absorbió.

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- Entonces? - dije sirviendole un poco de te a alma, - Y entonces me fui - dijo ella apoyando sus manos en sus frente con los codos apoyado en la mesa.

Había recibido un mensaje en la madrugada el cual no ví por mi pesado sueño, me preguntó si estaba despierta y ni bien ví el mensaje fui hacia su casa.

- Le contaste a Nacho? - me senté a su lado. Ella nego con la cabeza, suspiré y dije - Alma, cabeza en alto. - levante su mentón.

- Yo lo amo a tu hermano, pero me sigue jodiendo - se refrego los ojos, parecía haber estado llorando. - Almita, lo único que te pido es que no lastimes a nacho. Te ama mucho - sobe su espalda.

- Y yo también creeme, pero nose porque me pasa esto. No quiero saber nada más y el me sigue llamando - resoplo.

- Hace lo que tu corazón dicte - apreté sus manos, me sonrió y le devolví la sonrisa, hace unos días su "ex" le pide hablar y eso la tiene mal. Pero en esta situación nose en qué lugar ponerme, tragame tierra.

- Te sentís bien? - dije mientras revolvía el te acercándoselo al sillón donde estaba tirada. - Si, creo voy a ir a hablar con Nacho. - dijo sentandose en el sillón.

Asenti con la cabeza con una leve sonrisa, la verdad no me gustaba nada lo que estaba pasando.

- Sabes dónde está? - inahlo, negué con la cabeza con las manos en los bolsillos traseros de mi pantalón.

- Bueno, después nos vemos y me contas si? - agarre mis llaves y el celular, - Vos estás bien? - paso la mano por mi cara, - Si, me duele un toque la cabeza pero después se me pasa - dije, me abrazo y nos despedimos.

Al llegar a mi casa estaban romina y Matías en el living, - Estás bien mar? - dijo mi madrastra cuando me vio entrar.

- Si, por? - deje mis llaves y me saque mis zapatillas quedado en medias, - Te ves pacucha - se acercó a mi poniendome la mano en la frente, - Estás calentita, querés ir a acostarte? - dijo y asenti no tenía planeado hacer otra cosa igual.

Camine hacia mi cama con las pocas fuerzas que tenía, me acosté boca abajo pero sentía la nariz tapada así que me puse boca arriba. Intenté dormir pero el dolor de cabeza me invadía, - Marita, estás bien? - dijo nacho entrando, se sentó a mi lado mientras acariciaba mi espalda.

─𝐈𝐧𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐛𝐥𝐞 ⠀𓄼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora