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Era lunes otra vez.

Al llegar a la escuela pasó por el estacionamiento con la esperanza de encontrar su libreta, pero no fue así. Después de eso intentó ir a la dirección y preguntar pero tampoco obtuvo resultados.

¿Dónde demonios había quedado?

Triste y resignado a que nunca la podría encontrar de nuevo, caminó en dirección a su aula para después sentarse en su lugar usual al fondo.

Y trató de ponerle atención a su primer clase, en serio que lo hizo.

Pero le fue imposible cuando sintió una mirada penetrante fija en su persona. Puso tanto empeño en ignorar a esa persona que accidentalmente terminó ignorando la clase de su profesora también.

La clase finalizó y los nervios de Takemichi se hacían más intensos ¿Qué hará si el dueño de esa mirada penetrante intenta meterse con él?

Matuvo la mirada en su pupitre, rogándole al universo porque solo fuera paranoia.

Pero supo que sus plegarias fueron ignoradas después de unos minutos.

— Hey...—lo llamó una voz.

"Ay no..." pensó Takemichi. "Ahora sí ignóralo Hanagaki Takemichi, tal vez ni siquiera es a ti a quien le hablan, si, eso debe ser"

— ¿Takemichi?

"Pu-puede que haya otro Takemichi cerca, ¿Cierto?"

— ¿Hanagaki Takemichi?

"Mierda"

Desvío la mirada a la ventana, negandose a despegarla de ahí.

Pero no pudo evitar dar un respingo cuando sintió una mano sobre su hombro.

Al volver sus ojos, frente a el vio a un chico de cabello rubio y ojos cian, su cara estaba cubierta por parches y algunos vendajes.

— ¿Me estabas ignorando?—preguntó confundido el chico.

— ¿Que? Pfft... No... Yo no...—el contrario no se estaba tragando ese patético intento de excusa por lo que decidió cambiar de tema—¿Necesitabas algo?

— Quería agradecerte por lo del otro día...—respondió apenado aquel chico.

—  ¿Lo del otro día?—Takemichi se quedó en silencio mientras trataba de hacer memoria—No me digas que... Tu eres...

— Chifuyu Matsuno—se presentó el chico sonriendo.

— Entonces si eres tú, vaya no te reconocí sin la sangre y con la cara deshinchanda, además de que el aspecto de momia no ayuda...—detuvo en seco sus palabras cuando recordó que lo podrían dejar igual o peor por hablar tan a la ligera con cualquiera de ahí.

— Si, ese era yo—para sorpresa de Takemichi Chifuyu le respondió acompañando sus palabras con una ligera risa.

— Uhm, bueno no hay nada que agradecer, solo hice lo que creí correcto, no podía dejarte ahí sufriendo—explicó el teñido.

— Igual quería agradecerte, en este lugar cualquiera me hubiera dejado ahí—sonrió—Cuando mi madre me dijo tu nombre sabía que lo había escuchado en algún lado, que suerte que Tachibana-sensei aún nombra lista al iniciar la clase...

El sonido de la puerta llamó la atención de ambos chicos quienes guiaron su mirada en esa dirección, Takemichi reconoció enseguida al recién llegado pues era el profesor con el que había hablado la vez pasada.

— ¿Hiciste un amigo?—le preguntó Wakasa manteniendo la mirada fija en ambos.

Hizo la pregunta y se arremangó la camisa por si acaso.

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