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Incluso con la ayuda de Shinichiro, fue difícil convencer a sus padres de que aquella herida fue accidental y que no debían preocuparse.

Pero fue aún más difícil convencer a sus amigos de que no era nada grave y que no era necesario hacer una cacería por la ciudad para hacer pagar al culpable—palabras de Baji y Kazutora, los Kawata tal vez lo pensaron pero no dijeron nada—, al final logró convencerlos de que había sido un simple accidente con mucho esfuerzo, dedicación y la promesa de que sería más cuidadoso en el futuro—Mitsuya y Hakkai ayudaron también—.

Y en cuanto a los Shiba...

Hakkai y Yuzuha parecían estar tratando juntos sus problemas y la chica incluso estaba considerando conseguir un trabajo para ayudar a aligerar un poco la carga de su hermano mayor a quién por cierto no habían visto desde aquella tarde un par de días atrás.

Lo único que sabían era que estaba bien, les seguía enviando dinero a escondidas y que de vez en cuando aparecía para ver el estado de Black Dragon pero después se volvía a marchar a quién sabe donde—información cortesía de Koko e Inupi quienes seguían dentro de la pandilla—.

Con esto en mente y una sonrisa en el rostro Takemichi continuó con sus labores en la biblioteca. Estaba feliz de que de cierta manera parecía que las cosas funcionarían mejor al final.

Cerró los ojos y respiró hondo.

Por muy feliz que estuviera tenía que concentrarse. Ai le había pedido que le ayudara a hacer inventario de los libros de la biblioteca por lo que si que si quería terminar pronto tenía que avanzar lo más posible ese día.

— ¿Quién te hizo eso?—preguntó alguien.

El teñido buscó con la mirada el origen de aquella voz encontrándose con el chico misterioso.

— ¿Que cosa?

El de capucha solo negó ligeramente y señaló la mejilla del menor. Éste, instintivamente llevó su mano a la zona señalada, recordando que el golpe que le había dado Taiju había adoptado un color entre morado y grisáceo.

— ¡Ah! n-no es nada, solo me golpeé por accidente—explicó nervioso.

Pero Mikey no le creía nada. Había dado suficientes golpes en su vida como para saber que las probabilidades de que un golpe así fuera accidental eran muy bajas.

Entrecerró los ojos y se cruzó de brazos, juzgando al menor con la mirada.

— Te metiste en problemas ¿verdad?

— C-claro que no, ¿q-que es lo que te hace creer eso?

— Estoy bastante seguro de que eso no fue accidente.

Pudo haber seguido dando excusas y explicaciones pero la intensa mirada del chico sobre el lo puso nervioso.

— Agh, bien tienes razón, no fue un accidente pero por favor no le digas a nadie, si mis amigos se enteran sería un problema...—suplicó el menor.

— ¿Por qué?

— Porque es 100% seguro que querrán iniciar una pelea.

Mikey esperó unos segundos en silencio a que el contrario continuara pero al ver que no fue así habló confundido.

— Aún no veo el problema ¿no es mejor darle una lección al que empezó?

"Veo que te llevarías muy bien con ellos" pensó Takemichi ante el comentario.

— Tal vez, pero no creo que sea una buena idea en este caso—ahora que tenía una especie de relación/amistad extraña con Taiju no quería arruinarla tan pronto. Además, sería como declararle la guerra a Black Dragon lo cual no sonaba como la mejor idea.

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