Capítulo 11

47 8 0
                                    


¿𝙰𝚌𝚎𝚙𝚝𝚊𝚖𝚘𝚜?

________________________________________

Caminábamos hacia el lugar citado por Izana y Kakucho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Caminábamos hacia el lugar citado por Izana y Kakucho. Los Haitani agarraban mis manos, una cada uno. Sonreí en mis adentros.

Al llegar pudimos ver a dos personas caminar en nuestra dirección, eran ellos. Izana sonrió al vernos.

— Parece que ya tenéis tomada una decisión —cuestionó.

— Estaremos en tu pandilla —Izana sonrió orgulloso al igual que Kakucho- pero, queremos los trajes diferentes.

Eso no me lo esperaba, pero decidí disimular. Ya me lo explicarán al volver a casa.

— ¿De que color es el traje? —pregunté haciéndome notar.

— Rojo —respondió Kakucho.

— Negro será —contestó satisfecho Ran.

Quería reírme por las caras que ponían nuestros ahora aliados. No se lo esperaban para nada.

— Bien, aceptamos todas vuestras peticiones —añadió Izana.

—Entonces está hecho.

— Necesitamos vuestras medidas para el traje —dijo el rapado con cicatriz.

— Te las daremos en unas horas, las tomaremos nosotros.

Ambos asintieron y se fueron dejándonos solos.

— ¿Sabéis tomar medidas? —les pregunté.

— No será nada complicado.

— Sí eso creéis.

Era complicado, ya que ellos nunca habían hecho nada por el estilo. Yo cuando estudiaba estaba en el taller de costura timando medidas pero, por la falta de dinero me salí y decidí ayudar en las tareas del hogar.

Llegamos a casa y yo quería saber el porqué querían los trajes de un color diferente, ellos se sentaron en el sofá. Giraron su cabeza al no verme con ellos.

— ¿Estás bien? —me preguntó Rindou.

— ¿Porqué los trajes son diferentes?

— Porqué somos nosotros, no hay más.

Esa respuesta me había confundido más, decidí dejarlo así. Caminé hasta la habitación y ambos hermanos me seguían sin saber el motivo.

— ¿A donde vas?

— A mi habitación —respondí al mayor.

Entre en la habitación y me puse a buscar un metro para medirme. Los Haitani me miraban confundidos, no sabían que estaba buscando hasta que lo encontré.

— ¡Bingo! —grité con el metro en mi mano.

— ¿Qué haces?

— Ran dame una hoja y tu Rindou un boli, vamos a tomarnos las medidas.

𝕰𝖓 𝕽𝖔𝖕𝖕𝖔𝖓𝖌𝖎 ~𝙃𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙤𝙨 𝙃𝙖𝙞𝙩𝙖𝙣𝙞 𝙭 𝙊𝘾~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora