Capítulo 17

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𝚂𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊

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La sensación que tenía en este momento era increíble. Estar con ambos hermanos, los tres tumbados en la cama adormilados me gustaba. Sobre todo porque no tenemos nada que hacer hoy.

Rindou descansaba entre mis pechos mientras que Ran apoyaba su cabeza en mi hombro. Ambos estaban despiertos, pero no querían moverse de ese lugar y yo no era quien para impedírselo.

Mi teléfono empezó a sonar provocando un gruñido por parte de los hermanos, solté una pequeña carcajada ante su actitud infantil.

— No contestes —murmuró el menor.

Hice oídos sordos y agarré mi teléfono, era Kakucho. Algo desconcertada atendí su llamada.

— ¿Todo bien, Kakucho? —pregunté.

Los Haitani levantaron la cabeza interesados en la conversación que iba a empezar.

— Sí, no te preocupes. Quería saber si podías venir con nosotros a dar una vuelta.

— Claro, no tengo nada que hacer hoy. ¿A qué hora?

El Haitani mayor rodó los ojos ante mi afirmación. Le sonreí y Kakucho no tardó en responderme.

— Sí no te viene mal, a las seis. En el parque de la última vez.

— Claro, allí nos veremos.

— Izana estará con nosotros, quiere hablar contigo de algunas cosas.

— Está bien, hablaré con Izana —sonreí con curiosidad.

— Nos vemos luego, Riley —colgó.

Miré a ambos hermanos, estos estaban completamente serios. Les sonreí con algo de burla y les pregunté.

— ¿Qué pasa?

— ¿Por qué vas a salir con ellos? —preguntó el menor.

— Bueno, no tengo nada que hacer hoy.

— Sabes que teníamos pensado estar los tres en la cama durante todo el día —comentó Ran.

— Me parece mejor el plan de salir con Izana y Kakucho —aporté.

— Pues menuda tontería —protestó Rindou hundiendo su cabeza en mis pechos.

— No es una tontería, después de todo son mis superiores. Tengo que llevarme bien con ellos, ¿no creen?

— No —respondieron ambos.

Solté un suspiro y miré primero a Ran. Me acerqué a él con delicadeza y junté nuestros labios, no tardó en corresponderme. Ran besaba de forma apasionada, te devoraba. Nos separamos y su rostro parecía complacido. Ahora, levanté la cabeza de Rindou y este fue el que me besó a mi. Sonreí a mitad del beso, ya que siempre son así los besos de Rindou. Lentos, llenos de dulzura. Nos separamos y se volvió a apostar en su lugar favorito, mis pechos.

𝕰𝖓 𝕽𝖔𝖕𝖕𝖔𝖓𝖌𝖎 ~𝙃𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙤𝙨 𝙃𝙖𝙞𝙩𝙖𝙣𝙞 𝙭 𝙊𝘾~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora