Después de haber terminado de ducharme y de vestirme, Kyle y yo nos despedimos de Katie para ir directamente al departamento de los chicos en la motocicleta. El camino fue más lento de lo que pensaba, pero al cabo de unos segundos comprendí que Kyle siempre va lento cuando voy con él sujetándolo de la cintura. Eso me hace sonreír y que pegue mi mejilla a su espalda dándole un apretón.
Al estacionarnos frente al departamento bajo de la motocicleta y me quito el casco, Kyle hace lo mismo y quita las llaves de la Harley para caminar juntos hasta la puerta, pero tan solo al dar tres pasos entrelaza su mano con la mía y me obliga a detenerme para que él pueda ponerse frente a mí y sujetar mi mejilla con su otra mano.
— ¿Qué? — digo con una sonrisa
— Tomar tu mano se ha vuelto mi cosa favorita — responde haciéndome reír — y hacerte reír la segunda favorita — asegura antes de besarme tiernamente — está ocupa el primer lugar en mis cosas favoritas — suelto una carcajada
— Tienes muchas cosas favoritas — le digo entre risas
— Sí y curiosamente tu estas en todas ellas — me guiña un ojo. Le doy un beso en la mejilla que por impulso me nace y después ambos continuamos caminando hacia la entrada, Kyle saca sus llaves y quita el seguro para poder abrir la puerta.
Justo al cruzar el umbral de la entrada, Rose aparece en el pasillo y con rostro aliviado se abalanza sobre mí en un abrazo sin siquiera darse cuenta de que entré tomada de la mano de Kyle.
— ¿Cómo estás? — me pregunta de inmediato — ¿dormiste bien? ¿quieres hablar?
— Estoy bien — le aseguro — pero si... quiero hablar contigo — admito dedicándole una mirada cómplice que al instante comprende y toma mi mano para tirar de mí hacia la habitación de Kyle, porque supongo que Elliott aún sigue en la suya.
— Cuéntame — pide cuando tomamos asiento en la cama sin soltarme de las manos. — ¿Cómo te sientes? — pregunta mirándome con preocupación. Jamás había tenido una amiga que se preocupara así por mí, tuve amigas, sí, pero no como ella... las que tuve no eran amigas de verdad y siempre veían más por si mismas que por mí. Nunca tuve con quien desahogarme y creo que esa también fue un motivo que influyó en mi falta de confianza para poder sincerarme con ella al principio.
— No tan bien — admito ahora que estamos solas. — Está mañana llegó Knox a la casa de Kyle, es su hermano mayor, el que es agente del FBI — informo provocando que sus cejas se alcen en sorpresa — me hizo preguntas y me dijo que el tipo que me atacó es un asesino serial, lleva varias víctimas y yo pude haber sido una más... — confieso y Rose suelta un chillido antes de abrazarme con fuerza.
— No quiero ni siquiera imaginarme... — dice con la voz en un hilo
— Eso no es lo peor — suspiro y ella se aparta de golpe para mirarme a los ojos con el ceño fruncido — quieren que testifique
— Muy bien — dice con firmeza — para que ese mal nacido pague por lo que.... — se calla y me mira confundida — ¿Por qué tu mirada me dice que no quieres hacerlo?
— Porque hay algo que omití contarte... — admito — algo que el hermano de Kyle ya sabe y que debo contarte antes de volverme loca.... — suspiro
— Emily, me estás asustando. — dice preocupada. Cierro los ojos con fuerza y tomo una respiración profunda que llena de oxigeno mis pulmones y a mi pecho de valentía para poder contarle esa verdad oscura a mi mejor amiga
— Cuando vivía en Nevada y era pequeña... — comienzo — mi padre conoció a un hombre que le prometió que lo llenaría de dinero, ese hombre se llama Antony Almonte — confieso — como ya te dije antes, mi padre era un gran jugador de póquer y le hizo ganar mucho dinero a Tony con el juego, pero en algunas ocasiones también lo hizo perder mucho más... mi padre prácticamente termino vendiendo su alma al diablo — suspiro. Me cuesta recordar como mi padre no pensó en nadie más que él y su suerte en el momento en que decidió que era buena idea trabajar para Tony — él me llevaba a los casino de Tony desde pequeña y ahí conocí a Charlie, el hijo de Tony y nos hicimos buenos amigos... con el tiempo hubo algo más pero terminó cuando por su culpa termine en la cárcel y no hizo nada para sacarme....
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Cara de Póquer
RomanceEmily Sanderson es una chica que ha tenido una vida poco normal, toda su vida ha estado rodeada de casinos, drogas y tipos malos, pero en el momento en que se le presenta la oportunidad de empezar una nueva vida lejos de todo lo que conoce, ni siqui...