Cara de Póquer

20°Hogar, tortuoso hogar

Durante el resto de la semana fue imposible para mí poder concentrarme en las clases, trabajos y tareas. No he podido dejar de pensar en que en un par de horas estaré nuevamente en el lugar que me vio nacer y crecer. Muchos tienen buenos recuerdos del pueblo, o ciudad en el que crecieron, pero yo no y los pocos buenos recuerdos que tengo me recuerdan lo que realmente quiero para mí. Las vegas puede ser una ciudad muy llamativa, alegre y demasiado vistosa para los turistas, o adictos al juego y las apuestas, yo misma he visto como ser quedan sin un solo centavo por haber pasado una sola noche en ese lugar y sigo sin poder comprender como es que siguen yendo.

Kyle sujeta mi mano cuando anuncian nuestro vuelo en las bocinas del aeropuerto. Ha llegado la hora de regresar, aunque solo serán por unas cuantas horas sigo sin dejar de sentir unas nauseas sofocantes ante el hecho de que estoy a unos pasos de subir al avión que me llevará de nuevo a ese lugar.

—  Aun podemos regresar y no subir al avión — dice Kyle en voz baja. Desde que llegamos logramos localizar a Jane y al agente Reid en la sala de espera, pero nos dejaron muy en claro que no debemos acercarnos ni dirigirles la mirada. Ambos están a unas cuantas personas lejos de nosotros en la nueva fila que nos han hecho hacer para poder abordar.

—  Estoy bien — le aseguro — es solo que no me gusta mucho volar... — eso no es del todo mentira, los aviones me dan miedo después de haber visto destino final hace unos años, pero la verdad es que si estoy nerviosa por regresar y por tener que estar frente a Charlie y probablemente su padre sabiendo que estoy conspirando en su contra.

—  Todo saldrá bien... — me asegura y me da un beso en la frente. Suelto un suspiro y lo dejo que me abrace. Solo necesito un poquito más del calor de sus brazos protectores para poder continuar.

—  Siguiente — la voz de la mujer encargada de recibir los pases de abordar nos obliga a separarnos para poder darles nuestros pases. Una vez revisados, cruzamos la entrada al largo pasillo que nos lleva directo a la entrada del avión. Ni siquiera es necesario pasar a equipaje porque no hemos traído nada más que mi mochila negra.

Sin soltarnos de las manos, caminamos entre los asientos en busca de los nuestros y cuando los encontramos tomamos asiento. Kyle se queda en la parte de en medio mientras que a mí me toca la ventanilla. El vuelo no será muy largo, en menos de cuatro horas estaremos aterrizando en el aeropuerto de las vegas, pero aun así siento que cada minuto es una eternidad y con cada uno que pasa siento como mis nervios se disparan hasta las nubes.

—  ¿Todo bien? — pregunta Jane tomándome por sorpresa. Ella y Reid se han sentado justo detrás de nosotros, y haciendo caso a lo que nos dijeron ni siquiera volteo para mirarlos.

—  Sí — respondo en voz baja

—  Relájate — me aconseja — cuando me veas ir al baño, esperas cinco minutos y te levantas para ir también — me explica — Knox dijo que solo tu llevarás el micrófono, ya que si Charlie descubre que Kyle es tu novio puede que ordene que lo registren o que lo dejen afuera.

—  Eso no me lo habían dicho — dice Kyle volteándose hacia ellos con mala cara.

—  Regresa tu mirada al frente o haré que te detengan al bajar del avión — lo amenaza, obligando a Kyle a acomodarse nuevamente a regañadientes. Sujeto su brazo para que se tranquilice y le dedico una sonrisa de boca cerrada. Desde que salimos hacia el aeropuerto no ha dejado de asegurarme que jamás dejaría que algo malo me suceda y le creo, pero temo lo que esté dispuesto a hacer para mantenerme a salvo en caso de que las cosas con Charlie se pongan al rojo vivo.

—  Está bien — le digo en voz baja.

—  Reid les ha pasado por debajo del asiento el maletín con el dinero — informa, haciendo que Kyle se incline disimuladamente para poder mover el maletín que han puesto debajo de su asiento hacia nuestros pies. — Ahora solo respira y has caso a lo que Black te dijo — sugiere — imagina que es una partida de póquer.