Cara de Póquer

13° Como una Black

La casa de la familia Black es totalmente distinta a lo que imaginé que sería; no es muy grande y está bien ordenada con muchas fotografías de cada uno de los miembros de la familia incluyendo de la madre de Kyle y su padre entes de morir. Realmente lucen como una familia feliz... me habría gustado tener algo así cuando crecí...

Las únicas fotos en las que sale la madre de los Black, Katie es la única que no sale, pero en una fotografía que alcancé a ver en uno de los muebles de la sala de estar pude ver que la madre de Kyle estaba embarazada y quiero imaginar que es Katie la que tiene en el vientre. El baño de la primer planta es muy pequeño, pero está equipado con lo necesario; un retrete, un lavamanos con espejo tipo cajón que guarda medicamentos y un kit de primeros auxilios que Katie ha sacado y ha puesto sobre el lavamanos mientras yo tomo asiento sobre el inodoro con la tapadera puesta. Observo en silencio a Katie mientras saca el alcohol y unos algodones, Kyle se ha quedado en la sala de estar para poder explicarle a Kol lo sucedido.

—  Esto arderá un poco — me avisa la hermana menor de Kyle antes de poner el algodón con alcohol en la herida de mi frente. Suelto un leve gemido cuando el líquido toca la herida, provocándome un ardor soportable. — Te dije — dice, haciéndome sonreír.

—  Arde de todos modos — le digo entre risas — aunque avises...

—  Las heridas no son profundas — informa — apenas y son raspones, así que te pondré un curita en la más grande para que no se infecte durante el día — explica paso a paso lo que hace, dejándome asombrada por e gran conocimiento que tiene en curar heridas.

—  ¿Cómo sabes tanto? — le pregunto con curiosidad

—  Tengo cinco hermanos — me recuerda — todos son unos idiotas y parecen ser imanes para las peleas — dice mientras sigue con lo suyo — El mayor de todos; Knox, me enseñó a curar los raspones que me hacía cuando me caía de la bicicleta... con el tiempo dejaron de ser mis raspones para convertirse en las heridas de los cavernícolas.

—  No puedo ni imaginar el gran circo que debe ser convivir con cinco hombres — suspiro

—  ¿No tienes hermanos? — pregunta mientras pone el curita en mi herida

—  No — respondo — me habría gustado, pero mi madre murió cuando nací y mi padre se casó con los casinos de las vegas en lugar de buscar a otra mujer que trajera el calor de hogar a casa — resoplo, pero Katie me observa en silencio... ya no hay ceño fruncido, ni esa barrera de mala actitud hacia cualquiera que vea. Me toma unos segundos darme cuenta del porque y entonces recuerdo que Kyle una vez me contó vagamente que su madre murió al dar a luz a Katie. — a veces podemos creer que lo superamos, pero no es verdad — le digo en voz baja — nunca se supera el crecer sin una madre...

—  ¿Y tu padre? — pregunta después de unos segundos

—  Murió hace unos meses — respondo — ahora soy solo yo — suspiro sin dejar de mirarla — al menos tú tienes a tus hermanos... yo solo tengo a la vecina que se encargaba de alimentarme cuando mi padre no llegaba a casa... y algún día ella también va a dejarme — confieso, sintiendo como un nudo se forma en mi garganta.

—  Kyle te espera en la sala — dice sin mirarme y sale del baño. Tomo una respiración profunda y me pongo de pie. Katie podrá mantener una barrera a su alrededor para que todos crean que nada le importa y nada le afecta, pero tiene dieciséis y a esa edad todo te duele y todo te afecta... lo sé porque yo pasé por ese mismo camino, solo que yo no tuve hermanos para sentirme acompañada y ella sí, ella si tiene hermanos que la aman y que estoy segura harían todo por ella. Y creo que el factor más importante en su comportamiento es el miedo; el miedo a perder más personas tal y como perdió a sus padres. Salgo del pequeño baño y camino unos cuantos pasos por el corto pasillo que esta junto a las escaleras para subir a la segunda planta, solo me toma unos segundos aparecer en la sala de estar y llamar la atención de Kol y Kyle.