Apenas llevaban un mes en el instituto. Habían tenido la suerte de estar en el mismo instituto, porque ninguno estaba de ánimos para hacer amigos nuevos.
Ahí estaban los cuatro, George, Sapnap, Karl y Quackity. Los cuatro amigos desde la infancia. Conocían todo sobre el otro y a pesar de todo habían estado juntos. Claramente eso era una gran amistad.
Todos ellos ya sabían sobre los gustos de George y su forma peculiar de vestir "femenino". Ya estaban acostumbrados a ello y no se les hacía raro.
—¿Quién es él? —preguntó Karl, señalando disimuladamente al chico que caminaba hacia su dirección.
Puede que no llevaran mucho tiempo en el instituto, pero nunca habían visto a ese chico y no es como si fuera a alguien difícil de notar.
—Creo que me enamoré —murmuró George.
—Parece un maleante —dijo Quackity.
—Mira quién habla —intervino Sapnap.
George no pudo quitarle la mirada de encima mientras este se acercaba a ellos, ni siquiera trataba de disimular.
—¿Qué me miras? —el chico se puso frente a George.
Tenerlo tan cerca hacía que la diferencia de altura fuera más notoria.
George se quedó embobado y no supo qué decir.
—Nadie te estaba mirando, amigo —le dijo Karl para llevarse a George arrastrado, ya que se había quedado petrificado.
No pasó ni un minuto cuando George ya estaba llorando porque lo acababan de alejar del amor de su vida y futuro esposo.
—¿¡Por qué son tan crueles!? —sollozaba George en medio de los pasillos—. ¿¡No me quieren!?
—Ese tipo quería comerte —le dijo Sapnap.
—Y no de la manera sexy —intervino Quackity.
—¡Ahora nunca me va a hablar!
—¿Vamos a clase o qué?
Cuando entraron a clase George no quiso sentarse con Sapnap como de costumbre, ya que quería seguir molesto con sus amigos por alejarlo de ese chico tan atractivo, por lo que se sentó en la única mesa que estaba vacía.
Ahí fue cuando sus ojos se iluminaron al ver al chico guapo entrar a su clase. Este último dio una mirada por toda la clase hasta darse cuenta que solo había un lugar donde sentarse.
George temblaba de pánico cuando vio al chico sentarse a su lado. ¿¡Acaso los milagros existían!?
—¿Esta es la clase de tutoría? —le preguntó el chico.
Estaba tan nervioso de que un chico así le hablara que solo pudo asentir. El chico tenía la mirada fija en la pizarra hasta que volteó a verlo.
—¿Cómo te llamas?
George lo miró de reojo viendo si es que le hablaba a él, en efecto así era. Las palabras no le salían de la boca. Tenía un nudo en la garganta que le hacían imposible poder hablar.
—No eres de muchas palabras, ¿no? —el chico sonrió y George sintió sus mejillas enrojecerse—. Eres muy tierna.
¿¡Tierna!? ¿¡Le acababa de decir tierna!? Él no había pensado que... Claro que lo había pensado. Ese tipo creía que era una chica, pero no podría estar más equivocado.
Estaba por decirle la verdad antes de evitar confusiones cuando el chico otra vez habla.
—Me gustan las chicas tiernas y de pocas palabras. Creo que podríamos llevarnos bien. Me llamo Clay, pero puedes llamarme Dream si quieres.
George arrancó un pedazo de papel de su cuaderno y escribió "Me llamo Georgia, pero puedes llamarme Gogy" antes de entregárselo a Dream.
—Gogy. Suena lindo. ¿Me puedes dar tu número si no es molestia?
Dream le alcanzó su teléfono y George anotó su número con un obvio temblor en sus manos.
—No estés nerviosa. Solo quiero hablar contigo porque eres la chica más linda de la clase.
George quería gritar, correr, saltar de felicidad. No era una chica, pero Dream creía que era la más linda y eso lo hacía feliz. Un chico tan atractivo se había fijado en él.
Su tutor llegó y la clase se quedó en silencio. Estaba agradecido de tener un tutor tan amable y atento como ese. Era uno de sus profesores favoritos y tenía las clases más tranquilas y divertidas.
—Buenos días, chicos. Me acaban de avisar que hay un nuevo estudiante. No sé si ya llegó.
Dream se puso de pie para que lo notara.
—¡Ahí estás! Perfecto. ¿Te gustaría presentarte para que todos puedan conocerte?
La vista de todos recayó sobre él. Había más de una mirada enamoradiza por parte de las chicas, y es que su belleza era digna de admirar.
—Sí. Mi nombre es Clay, aunque algunos me suelen llamar Dream. Me tuve que trasladar a este instituto después de unos problemas que tuve en el anterior. Busco hacer nuevos amigos, amigas o... —Dream bajó su mirada hacia George— quizás algo más. Eso es todo.
—Muy bien, Clay. Puedes tomar asiento. Tienes suerte de sentarte con Davidson. Estoy seguro que podrá ayudarte en tus clases si no entiendes algo. También espero que todos lo hagan sentir bienvenido a su nuevo compañero.
Les dejaron como asignación dibujar algo que les gustaba, así que todos se pusieron a dibujar. George no lo pensó ni un momento y dibujó un gato. Cuando terminó su dibujo volteó a ver el de Dream y se sorprendió al ver que lo estaba dibujando.
—¿Te gusta?
George asintió con la cabeza.
—Eres tú. Aunque mi dibujo no es tan bonito como tú.
No pudo evitar sonreír. Apenas lo conocía una hora y ya le estaba coqueteando. No es como si fuera algo malo, pero estaba a punto de explotar de la emoción.
En cuanto fue el receso, corrió con sus amigos a contarles todo.
—...!Creo que me enamoré!
—Él piensa que eres una chica —le dijo Karl.
—Una linda chica —recalcó George.
—Pero eres un chico.
—¿Y?
—"Le gustas" porque piensa que eres una chica —intervino Sapnap—. En cuanto se entere que eres un chico, dejará de coquetear contigo. Se nota que es hetero.
—No puedes asumir la sexualidad de alguien solo por como se ve —le dijo Karl—, pero si es que estuvo coqueteando contigo pensando que eras una chica, es muy probable que sea hetero.
—Podría ser bisexual o pansexual o... —George se calla al ver a Dream coqueteando con otra chica.
—Además de hetero ahora coquetea con todas. Es un desperdicio —dijo Karl, abrazando a su amigo en forma de consuelo—. Hay chicos más guapos. No te desanimes.
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¡No soy una chica! [Dreamnotfound]
FanfictionGeorge ama vestirse con ropa "femenina", maquillarse y usar pelucas en su vida diaria, incluso en el instituto. Las personas cercanas a él ya están acostumbradas a ellos y saben que George es un chico. Aquello no era un problema hasta que llega Drea...