Capítulo 12

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Dream ingresa al salón de clases. En ese momento todos voltean a verlo. Se empiezan a escuchar murmullos que se intensifican al ver a George tras de él.

—Ven —le dice George, tomándolo de la mano—. Te presentaré a nuestros amigos.

Dream solo asintió sintiéndose incómodo por todas esas miradas.

—Te presento a Sapnap, Quackity y Karl —dijo señalando a cada uno según los mencionaba.

—Hola —Dream sonrió algo incómodo al ver que Karl ni siquiera le importaba.

—No te preocupes por Karl. No ha tenido un buen día. Ya se le pasará.

George le señaló una de las mesas para que se sentaran juntos.

—¿Estás emocionado?

—Lo estaba, pero... no sé. Se siente raro que todos te miren. Es como si todos me odiaran.

—¿De qué hablas? Nadie te odia, y si es que alguien lo hace es porque es un idiota. Tal vez solo están sorprendidos de tenerte de vuelta.

Dream decidió creerlo. No tenía sentido que George le mintiera. Era su mejor amigo después de todo.

...

—¿Podemos ir a ver el entrenamiento de fútbol americano? —le pidió Dream después de clases.

—¿Por qué quieres ir? No es como si pudieras jugar ahora.

—No me importa. Solo quiero ir a ver. Por favor, Gogy.

George se lo pensó muy bien. De por sí no le gustaba ni le entretenía ver ningún tipo de deportes. Además, tenía miedo que alguno de los ex compañeros de Dream le dijeran la verdad.

—Me gustaría acompañarte, pero tengo práctica con las porristas. ¿Qué te parece si vamos otro día?

—Está bien —dijo en un tono triste—. ¿Quieres que te acompañe a tus prácticas?

—Me voy a poner nervioso si estás ahí.

—No tienes por qué ponerte nervioso. Solo estaré sentado viéndote atentamente a cada uno de tus movimientos.

—Eres malvado.

—Lo sé —Dream sonrió malvadamente.

A

mbos fueron al gimnasio donde las porristas ya estaban ensayando. George entró junto a Dream con una sonrisa tímida sabiendo que llegaba tarde.

Todas se quedaron impactadas al ver a Dream entrar.

—Lo siento por llegar tarde —dijo George.

—No te preocupes, Gogy —le dijo la líder de las porristas con un tono dulce demasiado falso—. Recién estábamos empezando. Dream, ¿te vas a quedar? —le preguntó, acercándose demasiado al nombrado.

—Sí, vine a acompañar a George. Puedo quedarme, ¿verdad?

—¡Claro! No tenemos ningún problema, ¿verdad, chicas?

Todas las demás asintieron emocionadas de que Dream se quedara.

Durante toda la práctica solo sintió que Dream lo veía por unos segundos. Se supone que debería estar agradecido con que Dream no lo pusiera nervioso, pero debía de admitir que estaba un poco celoso de la atención que Dream le daba a la líder de las porristas.

Después de las prácticas, George lo acompañó hasta su casa para asegurarse de que llegara bien.

—Es linda —dijo Dream, sin ocultar esa sonrisa tonta que había tenido en todo el camino.

—¿Quién?

—La chica que está en las porristas.

—Sí, un poco...

—¿Tienes su número?

—¿Para qué lo quieres?

—Para hablar con ella. Quiero invitarla a salir algún día. Se ve que es muy buena persona.

—No lo tengo. Lo siento.

—Entiendo... ¿Estás llorando? —Dream lo toma de la barbilla para verlo mejor.

—No... —George se quita de su agarre.

Se seca las lágrimas rápidamente y comienza a caminar más rápido.

—¡George, no vayas tan rápido! —le gritó Dream, intentando ir lo más rápido que podía con las muletas.

George cada vez acelera más el paso hasta que escucha un fuerte golpe detrás suyo. Se da la vuelta y ve a Dream en el suelo intentando levantarse.

—Lo siento —murmura George, corriendo a ayudarle.

—Está bien. No dolió tanto.

—No, de verdad lo siento. Fui muy estúpido por dejarte atrás. Lo siento.

—No te preocupes, George. No llores, ¿sí? Estoy bien.

Dream se puso de pie con su ayuda y comenzaron a caminar nuevamente a la par.

—¿Hice algo que te molestara o por qué estabas huyendo de mí?

—No hiciste nada malo. Solo son cosas que... No importa. Olvidemos esto.

Dream le dio un beso en sus cabellos y apoyó su cabeza en el hombro del contrario.

—No llores, ¿sí? Arruinas tu linda carita.

George no pudo evitar sonrojarse. ¿Por qué Dream tenía que decir cosas tan lindas cuando no sentía nada por él?

...

Cuando llegó a su casa, lo primero que hizo fue llamar a Karl. Era el más razonable de sus amigos y el que siempre terminaba teniendo razón aunque nadie quisiera escucharlo.

—Le gusta la líder de las porristas —le confesó a Karl.

—¿Te lo dijo?

—Dijo que era linda y que la quería invitar a salir. Es obvio que le gusta.

—Pues si tiene razón, es linda.

—¿Karl? ¿Acaso a ti también me gusta?

—No, solo digo la verdad. Soy gay y lo sabes. No porque diga que es linda significa que me gusta. A ti también te digo lindo y no... —Karl se queda callado—. Bien fue un mal ejemplo ese.

Ambos se ríen.

—Pero no te preocupes tanto por eso. Tal vez solo le parece linda.

—La estuvo viendo en toda la práctica.

—Bueno, entonces puede ser que le guste, pero tal vez a ella no le gusta Dream.

—Si tan solo la hubieras visto como casi se tira encima de él cuando entramos al gimnasio.

Karl suspiró preparándose para decir las palabras que harían que George lo odiara.

—Supongo que esto debí decírtelo desde el comienzo. Puede que Dream haya perdido la memoria, pero aunque intentes engañarlo con mentiras diciendo que eran muy buenos amigos o que todos lo quieren, no cambiaran lo que Dream siente. No puedes hacer que le gusten los hombres si antes no le gustaban.

—Creo que es la primera vez que te equivocas. Es obvio que a Dream le gustaba antes. ¿O sino qué sentido tenía que me haya salvado?

—No lo sé. Solo te digo que no te hagas tantas ilusiones o te lastimará otra vez. Ya sabes, el que no conoce su historia está destinado a repetirla.

¡No soy una chica! [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora