Capítulo 16

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—Gracias —murmura George, tomando la chaqueta que Dreams le había dado—. Y gracias por ayudarme. Karl no es así, no sé qué le pasó.

—Entiendo... Y sobre lo que dije de que saldría contigo con tal de que no estuvieras con él...

—Sí, sí, sí —George lo corta rápidamente antes de que diga algo más—. Sé que no lo dijiste de verdad y era solo para ayudarme.

—Eh... Sí, eso era.

Ambos se quedan en silencio.

—Y... ¿tienes frío?

—Un poco, pero nada que no pueda soportar.

—Ya veo.

—El doctor me dijo que pronto voy a poder jugar de nuevo. No sabes cuánto esperé este momento.

—Me alegro por ti.

—Aunque es una lástima porque ya no podré ir a ver las prácticas de las porristas.

—Sí, ya no podrás ver a mi líder.

—Claro... No podré ir a verla. Y tampoco a ti.

...

—¿Otra vez Karl no va a venir? —pregunta Sapnap desanimado al ver que ya va a empezar la clase y no hay rastro de su amigo.

—Tal vez tiene diarrea explosiva —dice Quackity—. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que no viene? ¿Tres días?

—Casi dos semanas. Ni siquiera responde los mensajes. ¿Tan mal le fue la cita con George?

Justo cuando suena el timbre de inicio de clases entra Karl con la respiración acelerada como si hubiera corrido. Rápidamente va a sentarse con sus amigos como si el profesor no estuviera justo detrás de él.

—Hey, ¿qué tal todo? —dice tranquilamente como si no hubiera faltado por dos semanas.

—¿Dónde estabas?

—¿De qué hablas?

—Faltaste dos semanas. No te hagas el desentendido.

—Oh, mira quién está ahí. Hoy el profesor está muy guapo, ¿no?

Sapnap suspira. Era obvio que Karl iba a evitar el tema. ¿Por qué se comportaba tan raro?

...

Dream ya estaba mucho mejor y lo habían aceptado de vuelta al equipo. Empezó a ser partícipe de los entrenamientos y no tardó en acostumbrarse a la rutina. En poco tiempo se había convertido en uno de los mejores del equipo.

Nuevamente volvía una nueva temporada de juego, por lo que algunas veces las porristas se acercaban al campo para practicar.

—¡Dreamie! —la líder de las porristas corrió a abrazarlo—. Jugaste muy bien hoy.

—Gracias.

—¿No vas a decir algo lindo de mí?

—Aaaah... Bonitos ojos. ¿Has visto a George?

—Debe estar por allí. ¿Harás algo más tarde?

—No lo creo.

—¿Te gustaría ir a mi casa? Mis padres no están en casa y tengo miedo a estar sola —dice con un tono inocente.

—Oh, lo siento. Había olvidado que saldría hoy con George. Pero podemos ir los dos a tu casa, así ya no estarás sola y podré estar con George.

¡No soy una chica! [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora