23. En la oscuridad, se siembra la duda Part 1

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Valerian POV

—Sebastián... —Lo observo detenidamente, queriendo investigar su estado de ánimo o bienestar—. ¿Seguro que te sientes bien?

El chico de cabello largo fija su mirada en mi luego de probar el café hirviendo, y asiente la cabeza con total normalidad.

—Estoy bien

Hago una mueca y busco dar unos pasos hacia él.

Ayer perdió la consciencia completamente, Dios, pensé que había muerto.

Mierda, de verdad que me cagué.

—Renovado, de hecho. —Me cuenta el menor sin mirarme a los ojos, y a diferencia de sus palabras vuelve a toser seco—. Siento una pequeña irritación en la garganta, pero ha de ser porque no he tomado mucho líquido.

Le muestro una pequeña sonrisa cuando él también lo hace, y pasa de mi para dejar el vaso de su café en el fregadero

Me preocupas

Asiento con la cabeza fingiendo estar calmado, por su parte, vuelve a mi lado para sentarse en una silla mientras mira el móvil.

—Y ¿Cuándo piensas visitarla? —Mueve el teléfono a un lado y me observa con sus peculiares ojos

Contemplo su cara un poco más, su piel trigueña, sus pestañas tan largas, al igual que su cabello liso, cómo su ceño se frunce mientras me observa, sus labios que se curvean en una sonrisa y como este se acerca a mira

—Valerian.

—¿A-Ah? —balbuceo

Vuelve a mostrar su hermosa sonrisa y baja la mirada

—Si sigues viéndome así —Se echa para atrás mientras cruza sus brazos sobre el pecho—. Voy a pensar que de verdad te gusto

—Me gustas.

Sebastián levanta ambas cejas y juro ver cómo el miedo pasó por sus ojos.

Deja el teléfono con lentitud sobre la encimera y fija su mirada en mí, esperando una respuesta.

Trago grueso ¿Qué mierda dije?

Asiento con la cabeza.

—Hablo de tener compañía —Finjo demencia—. No me gusta estar solo, estaba pensando... que es realmente bueno tenerte aquí

—Suenas como un lobo solitario —Muestra una sonrisa ligera

—Tal vez, lo sea.

—Por eso, quieres visitar a Lyana ¿No? Ayer en la cena, me comentaste

—Oh. —Bajo la mirada para recordar el momento en el que lo dije.

—¿Oh? —Enarcó una ceja

Sonrío vacilante por olvidar aquel dato y luego precedo a hablar

—Probablemente la segunda semana de febrero, es nuestro aniversario y me dijo que apartaría un día para mí —Subo ambos hombros—. Aunque ni sabe que iré hasta allá

Lo veo asentir y se me hace raro que esté interesado en ello

—Así que tendrían algo así ¿cómo una cita virtual?

—Algo así —Sonrío tímido

—Ah... entiendo.

Y juro por mi vida que atisbo un brillo de decepción en su expresión.

Claro, aún debe superarla, no sé en qué mierdas estaba pensando. Aunque ¿Por qué está tan interesado en ello?

—¿Por qué la pregunta? —Cuestiono con interés

Inocentemente BrutalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora