Co (Más que un escorpión)

Capítulo 5

Cuando Jisoo llamó al timbre me dieron ganas de tirarle el sofá a la cabeza, supongo que así se sentía él ayer. Entre una cosa y otra he acabado durmiendo cuatro horas y media, Co me despertó una vez más llorando no sé porqué y me pasé un buen rato intentando que se volviera a la cama.

-Buenos días

-Buenos para quien los tenga

-¡Dios Sooki! ¿Qué te ha pasado?

-Co... co... co... y muchos más cos- fui a la cocina a hacerme un café -En toda la noche le ha dado tiempo a tirar tres cuadros, abrir dos grifos, comerse toda una tortilla, llorar dos veces, huir de mí por toda la casa mientras yo intentaba pedirle perdón

-Al final es como un niño ch- ¡¿Qué te ha pasado en el brazo?!

-A, esto... Co es ponzoñoso, ¿Un consejo? No le agarres de la cola

-¡¿Venenoso?!

-No es muy fuerte, solo te paraliza los dedos durante unos quince minutos

-Pero... ¿Cómo?

-Con el pincho que tiene al final de la cola, no te recomiendo que lo pruebes... los pinchos de las vértebras también se clavan y... tengo mucho sueño

-Deja que le eche un vistazo

-Todo tuyo

Me quité la venda mientras veía como la sorpresa no cabía en la cara de Jisoo, con cuidado siguió el camino de puntos hasta la herida más grande

-¿Te has desinfectado las heridas?- asentí -¿El más grande es el de el veneno?- asentí -¿Te saltó encima intentando abrirte en canal?

-¡No! Fue por mi culpa, se iba a ir así que le agarré de la cola y tiré de él para mí

-¡¿Por qué hiciste eso?!

-Para comprobar si seguía con fiebre

-¡¿Y si no hubiera sido solo un poco venenoso? ¿Y si te hubiera dejado tirada en el suelo convulsionando?!

-Exageras...

-¿Dónde está ahora?

-¿Co?- asintió -Supongo que en la habitación ¡Co!

El nombrado salió del dormitorio con el pato cogido con la cola, tras chocar con un par de muebles se sentó en el suelo apoyándose con dos manos por detrás y dos manos por delante bostezando, un hilo de saliva colgaba de su labio inferior fino y rosado, tenía el pelo enredado, todavía seguía con la nariz roja teniendo en cuenta que solo habían pasado quince minutos desde que conseguí que dejara de llorar y se fuera a dormir

-Espera ¿Co?

-¿co?- el nombrado giró la cabeza hacia Jisoo

-No me refiero a ti, me refiero ¡¿Ahora nombre tiene?!

-Sí, de tanto decírselo ya lo ha pillado

-¡Te dije que no te lo ibas a quedar!

-Míralo... ¿Lo vas a devolver a la calle?

-No, se lo vas a dar a tu padre

-¡¿Qué?! ¡No puedes hacer eso! ¡No quiere ir allí! ¡Le da miedo!

-Le da miedo todo pero luego no tiene problema en clavarte el aguijón

-¡Fue mi culpa! ¡Lo hizo sin querer!