El callejón estaba oscuro, y vacío. Entrar en él era asegurarse una puñalada ¿Estoy tan desesperada? Porque podría venir mañana... cuando haya luz, y no sea tan... siniestro.
—¡Feránico! ¡Dieciseis! ¡¿Hola?!— mi voz hizo eco en el callejón otra vez
—¡Sooki! ¡Menuda sorpresa! No te esperábamos tan pronto— el hombre bajó de su coche blanco seguido de dieciséis —¿Sabes algo nuevo sobre ese mutante llamado Co, que, para nada, conoces?— rodé los ojos
—Está bien... puede que sí que lo conozca
—¡No te creo!— fingió sorpresa —¿Me mentiste? ¡No me lo esperaba!— el sarcasmo de Feránico me está provocando migraña
—Vamos al grano, hemos tenido un accidente en el bosque— el científico fingió interés —Y en ese accidente Co ha pisado una trampa para osos y se ha roto el brazo
—¿Cuál de ellos?— el castaño sonrió con malicia, lo estaba disfrutando
—Uno de los que solo es hueso
—¿Y quieres que yo se lo arregle?— asentí y él se encogió de hombros —Pínchale el suero— y salió del callejón como si le acabase de dar un nuevo significado a mi vida
—¡¿Qué?!— agarré su gabardina para que retrocediera, ganándome un siseo por parte de dieciséis a modo de advertencia
—Tranquila... que me la vas a arrugar— el castaño se deshizo de mi agarre
—¡Explícate!— dieciséis me cortó el paso hacia el científico para que no lo volviera a agarrar y me miró con odio
—Sss-sh!!— Feránico colocó su mano en el hombro del más bajo buscando tranquilizarlo
—No pasa nada dieciséis, no creo que esta muchacha represente una amenaza para mí
—Eso, tranquilo dieciséis— levanté las manos en señal de paz —No volveré a tocar a tu papá— el de pelo verde apretó la mandíbula mientras me apuñalada con la mirada y yo le sonreía satisfecha
—Dime que no has entendido— Feránico me habló como si volviera a tener cinco años
—¿A qué te refieres con "pínchale el suero"?— el mayor asintió
—¿Recuerdas esa cajita que me robaste?— me mantuve en silencio —Estaba llena de tambores ¿Verdad? Ya sabes, el tubito de cristal lleno de suero que se me-
—Sé lo que es un tambor— interrumpí
—Que borde...— dieciséis volvió a sisear —Pues esa caja llena de tambores, que por cierto era mi última, contiene un suero q-
—Que estabiliza las células de los mutantes— corté —Ya me lo has dicho
—¡¿Entonces qué quieres que te diga?!
—Cómo va a arreglar eso el hueso de Co
—Es un proceso muy complicado, necesitaría toda la noche para explicártelo... tú confía en mí y dale el suero, si ves que no funciona dale dos— fruncí el ceño, no pienso darle algo sin saber qué es
—La noche es joven y mi piso está cerca— no tiene por qué sabes que me he ido al campo
—¡¿Qué quieres que haga exactamente?! ¡¿Que te invite a tomar una copa mientras te cuento cómo mantener a tu mutante vivo a base de suero de laboratorio?!
—¿Lo harías?— no me esperaba esa respuesta
—No llevo dinero encima— entrecerré los ojos
—Yo pago
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Co (Más que un escorpión)
Science FictionSi un chaval con cuatro brazos de más y una cola de escorpión aparece delante de tí rebuscando en un cubo de basura, ¿Te lo quedarías? La respuesta de Sooki es un rotundo sí, y más cuando su padre es el responsable de tal aberración genética. Los pr...