Capítulo 22

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Entré intentando hacer el menor ruido posible, probablemente Jisoo y Co estén dormidos, me puse el pijama y fui a acostarme en mi cama. Estaba a punto de acostarme y si no fuera porque me quedé un rato mirando a la nada por el cansancio, probablemente me habría tumbado encima de Jisoo, que ahora intentaba distinguir mi silueta entre la oscuridad.


—¿Sooki?— habló con voz ronca

—¿Jisoo? ¿Qué haces despierto?

—Yo...— el chico se enderezó en la cama —¿Qué?— el bulto que estaba tumbado a su lado también comenzó a moverse

C...— ¿Co y Jisoo estaban dormidos juntos en mi cama?

—No no no shhh— Jisoo comenzó a arrullarlo —No hace falta que te levantes, es Sooki— el rubio habló aún medio dormido —Creo... No eres Caruén ¿Verdad?

—¿Quién es Caruén?

—La directora— respondió simple frotándose la cara y volviendo a tapar a Co hasta cubrirlo por completo —¿Has hablado con Feránico?— comenzó a palpar en la oscuridad buscando el interruptor

—No hace falta que te levantes, mañana mejor te lo cuento— el rubio abrió de golpe los ojos

—Tenemos que ir a la universidad— sentí como todo el cansancio abandonaba de golpe mi cuerpo

—Y el brazo de Co sigue roto

—Y se me había olvidado— de un salto Jisoo salió de la cama y yo encendí la luz

—Y son las cuatro

—Co... Co arriba...— empezó a moverlo para que se levantara —Sé que te acabo de decir que te duermas pero necesitamos que te despiertes— el bulto se agitó despertando y se estiró hasta que frenó en seco —¿Te has vuelto a hacer daño en el hueso?— el rubio le quitó la sábana de la cara y Co asintió mientras se le saltaban las lágrimas —Te dije que— Jisoo bufó cuando la cama se manchó de sangre —Te dije que tuvieras cuidado— se apretó el puente de la nariz


Dejé a Jisoo riñendo a Co y fui a por la caja, que ahora se encontraba en el despacho.

Cuando volví a la habitación con ella en la mano Jisoo me miró extrañado y Co con pánico.


—Confía en mí, Feránico me ha dicho q-

—¿Ahora confías en Feránico?— interrumpió el rubio

—Por ahora no nos ha mentido

—Que sepamos...

—En el coche te cuento todo— le ofrecí la caja a Jisoo —Ponle dos

—¿Dos?— asentí

—Y luego esperamos a que el hueso se junte solo— entrelacé mis dedos para que hiciera de explicación


El chico no se vio muy seguro pero se encogió de hombros y abrió la caja para empezar a preparar todo.

Co decidió que este era buen momento para salir corriendo de la habitación y yo no tuve otra opción más que perseguirlo.

Estuvimos así un rato hasta que lo cogí de la cola, sí, la peor decisión que he podido tomar en mi vida, justo después de cortar mi uniforme con unas tijeras.

Una vez más los pinchos de su columna se clavaron en mi brazo y el aguijón perforó mi brazo, quemaba como el infierno, el veneno me paralizó del hombro hacia abajo como si me acabase de dar un tirón. ¿Lo peor? Co siguió corriendo y tirando.

Co (Más que un escorpión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora