Co (Más que un escorpión)

Capítulo 16

"Duele" "Duele" "Duele" ¿Qué querrá decir? ¿Por qué no se despierta? ¿Dónde le duele? ¿Por qué en todo lo que llevamos juntos lo ha dicho ahora? Y, sobre todo

¿Cómo puedo ayudarle?

Este último era el que me mantenía despierta a las cuatro de la mañana buscando algún disco de administrador por mi casa. Estoy convencida de que la mayoría de las respuestas se encuentran en la carpeta de mi padre y no pienso dormir hasta haber leído todo lo que haya ahí dentro.

Y tampoco es que pueda dormir muy tranquila sabiendo que hay una sombra humanoide rondando por mi jardín.

—Co...

—¡Hola! ¿Ya te encuentras mejor? Pensé que no te despertarías hasta mañana— no dijo nada, se sentó a mi lado bajo el escritorio y se quedó ahí tumbado, meneando el aguijón cerca de mi cara —Tengo unas preguntas para ti

—Co— miró hacia arriba señalando que tenía su atención

—¿Te duele mucho lo que sea que te esté doliendo?

—Co

—¿Puedo hacer algo para ayudarte?

—Co

—¿Puedes por lo menos asentir o negar?

—Co

—¡¿Por qué no hablas?!— el repentino gritó le hizo dar un brinco pegándose más a la mesa, frunció el ceño y arrugó la nariz mirándome con recelo —Perdón, no mas preguntas 

Me quedé un rato más mirando la pantalla del ordenador a la vez que evitaba que Co me sacara un ojo con su cola.

Estaba feliz porque al final a Co no le había pasado nada, pero, por otro lado, me sentía muy culpable y perdida, sobre todo perdida, ¿Qué hago ahora? Probablemente lo que encuentre dentro de esta carpeta será igual de cruel que la vida del chaval que ahora mismo está intentando introducir un cubo en el agujero en el que debería de ir un triángulo y que casi rompe la caja al introducir el cilindro. No sé de dónde habrá sacado ese juguete para bebés, pero si le hace ilusión jugar con él... quien soy yo para quitárselo.

Suspiré

Ni siquiera se que esperar, no es como si alguien se fuera a presentar en mi puerta para explicarme qué o por qué a Co le pasa algo. Por otro lado, él tampoco puede decírmelo, creo que ni él sabe lo que le pasa.

—¿Qué hago Co? ¿Qué hago contigo?

Empecé a trazar círculos en la parte final de su cola con el dedo mientras este movía los pequeños pinchos abriéndolos y cerrándolos alrededor de la nada, es tan curioso... y tan adorable... tan Co...

Me desperté cuando mi cabeza impactó de manera nada agradable sobre el teclado del ordenador, ni siquiera recordaba haberme dormido. Miré por la ventana, ya estaba amaneciendo, debería de empezar a prepararme si pienso ir a la universidad.

Miré hacia Co, a lo mejor lo he despertado por accidente al chocar... Sus ojos negros se pararon a mirarme cuando me agaché a comprobarlo provocándome un escalofrío. Estaba enroscado alrededor de mi silla y clavaba la cola en la alfombra con un movimiento mecánico mientras miraba a la nada con sus ojos grises y a mí con los negros. Estaba más pálido de lo normal y creo que tiene ojeras, no tenía pinta de haber dormido, eso me preocupaba.