Co (Más que un escorpión)

Capítulo 14

Cogí una bocanada de aire, tantos recuerdos... La oscuridad de la noche hacía el ambiente algo aterrador pero en lo único en lo que podía pensar era en como mi casa todavía se mantenía en perfectas condiciones. Mi padre una vez me dijo que se aseguraba de venir "a menudo" para mantener la casa "decente" y que siempre podía venir a pasar el rato.

Abrí la puerta y me quedé mirando el interior varios segundos, aún tras el trabajo de mi padre era inevitable que la casa se llenara de polvo.

—¿Te gusta Co?— me respondió con un "co" afirmativo mientras se paseaba por la casa, pasando entre el sofá y la chimenea —Quédate aquí mientras hago mi cama, la cena... ya sabes, las cosas que hay que hacer antes de acostarse— bufé —No me puedo creer que dentro de 10 horas tenga que volver otra vez...

—¿Co?

—Jisoo se ha ido, él también tiene que ir a la uni— me parece que hizo un puchero

Encendí la luz de mi habitación, y me infarté.

Nunca pensé que podría encontrarme una rata del tamaño de mi brazo que me miraba con esos ojos asquerosos mientras chillaba. Otra cosa que nunca pensé que podría pasar era el hecho que Co saltara sobre ella para comérsela manchando la moqueta de la sangre del animal que todavía chillaba e intentaba escaparse.

Menos mal que ahora estamos en el bosque perdidos de la mano de Dios porque si no mi grito se habría escuchado en todo el bloque.

—¡CO!— el chico casi se atraganta con la rata por el salto que dio —¡¿Qué c*ñ*?! ¿¡Qué c*ñ* te pasa tío?!— al ver que seguía gritando se tragó lo que quedaba de rata —¡¿Qué?! Os*i* p*t* Co... ¡¿Qué has hecho?!— frunció el ceño y me miró confundido —Esta... ¡Esta mie*d* es surreal! ¡Esto está mal!— empecé a balbucear, esto, me había pillado desprevenida —¡Mal! ¡Malo! ¡Vomita eso! ¡O yo qué sé!— no creo que sea la mejor manera de tratar con él, pero es que ahora mismo estoy... —¡Como vuelvas a hacerlo te juro que te devuelvo al mie*d* contenedor del que has salido!— en shock —¡Primero te comes las arañas y ahora una rata!— Co parecía que ni siquiera me estaba prestando atención, quieto, encogido sobre él mismo en el suelo, mirando con su típica mueca de pena

Me enredé el pelo y el sorbió por la nariz—eh eh eh

¿"Eh eh eh"? Menuda mie*d* de risa aspirada... ¡¿Le hace gracia que le estén riñendo?! ¿Se está riendo de mí? ¿Se está riendo? ¡Se está riendo! ¡Madre mía! ¡Co se ha reído! ¡Co sabe reírse! ¡Qué mono!

Tan pronto como empezó a reírse se detuvo, volviendo a poner su cara de pena y miedo. Suspiré y me agache frente a él

—Oye... mira, lo siento— frunció el ceño resentido —Me he puesto nerviosa y te he tratado mal, pero, tienes que entender que no puedes ir por ahí haciendo eso, y mucho menos con las ratas, transmiten muchas enfermedades— me miró como si me hubiera entendido, se perfectamente que no lo ha hecho —La próxima vez que veas algo pregúntame antes de comértelo— ahora si que lo ha pillado, asintió

Empezó a evitarme con los ojos mientras se mordía una de sus manos huesudas, sonreí, quiere que haga algo y le da cosa decírmelo. Me encanta.

—¿Qué quieres?— me acerqué a él y cuando estuve a una distancia razonable se colgó de mí en un abrazo