Casi nunca me quedaba tanto tiempo en las visitas. Los domingos siempre me iba en las mañanas, antes de que Alexis se despertara porque odiaba las despedidas. Y también porque era más fácil para ella. No la quería dejar llorando ni que creyera que esa sería la última vez que nos veríamos. Esa vez no quise que fuera la excepción, pero esa mañana al despertar, ella ya estaba despierta.
—Buenos días —me saludó, muy amigable. Pero ambas sabíamos que lo había hecho intencionalmente. No le gustaba que me fuera así.
—Buenos días, Alexis —salí de su cama y miré la hora en mi celular.
09:15 hrs
Tenía cuarenta y cinco minutos para llegar al hospital.
—¿Te quedarás a desayunar?
—Sabes que no puedo.
—Sí puedes. Investigué y sale otro tren al medio día.
Fruncí las cejas.
—¿Dónde investigaste eso?
—En internet.
Vaya. Yo ni siquiera sabía que eso se podía investigar en internet, pero aunque ya lo hubiera resuelto, no podía decirle la verdad de por qué no podía quedarme porque evitábamos que supiera tan poco de los temas legales como fuera posible. Y las visitas solo eran una vez al mes, o sea veinticuatro horas. Los Norman eran muy amables al dejarme pasar la noche ahí, pero si el juez se enteraba, bueno, estaría en problemas.
—Me encantaría quedarme. Pero tengo que ir a trabajar, ¿recuerdas?
Agachó la mirada por algunos segundos, pero fingió una sonrisa y que nada estaba pasando. Era tan mala mentirosa que incluso lo agradecida.
—No importa. Pronto viviremos juntas, ¿verdad?
La vi tan ansiosa de que se lo confirmara que me preocupó.
—Ven aquí —se alejó de su rompecabezas y se acercó a pasos lentos y tímidos—. ¿Qué está pasando?
—Ayer... —no continuó, pero ya sabía lo que iba a decir.
—¿Escuchaste en la cocina?
—Sí —susurró, avergonzada.
—Alexis...
—Es que nunca me dicen nada. Y no quiero que me alejen de ti.
—Oye —la tomé por las mejilla, haciendo que me viera—, eso no va a pasar. Nunca me voy a alejar de ti. Nosotros somos familia, ¿de acuerdo? Y la familia es para siempre.
—Eso no es verdad —dijo con mucha tristeza—. Algunos se van antes.
Se me arrugó el corazón al escucharla decir eso. Nunca hablamos de lo qué pasó realmente. Los Norman decían que ella trataba el tema con su terapeuta de vez en cuando, lo que significaba que se debía estar calificada para hablar de algo así. Una clara señal de que yo no debía hacerlo. Además, ¿cómo podría sin echarme a llorar?
Hacía lo mejor que podía con lo que tenía.
—Eso no significa que dejamos de ser familia, solo que algunos están en otro lugar, físicamente, pero mientras los recuerdes siempre estarán aquí —puse mi dedo índice donde estaba su corazón—. A veces pasan cosas que nosotros no podemos explicar.
—Ojalá no pasaran.
Me abrazó, enterrando su rostro en mi cuello, y la sentí empezar a llorar. Un nudo inmediatamente se empezó a formar en mi garganta y deseé lo mismo que ella.
Ojalá esas cosas no pasara.
—Estaremos bien —acaricié su cabello con delicadeza—. Lo prometo. Cuando todo esto termine, tú y yo tendremos una vida increíble.
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Golpe Bajo [✔]
Novela JuvenilMaeve Lesser ha mantenido un perfil bajo durante años, viviendo con las consecuencias de sus errores, ganándose el respeto de las personas y dejando que su potencial en el boxeo definan quién es. Mateo Reece ha pasado toda su vida intentando averigu...