Twenty-nine

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Twenty-nine;
— Desahogo. —

Finalmente había terminado su horario de clases y durante el largo del día no pasó nada realmente importante. Claro, nada que se logrará comparar con el intento de "reconciliación" por parte de quackity en el receso.

Luego de eso quackity no regreso a clases, suponía que se tomó el día libre.

Volviendo al punto principal, recordar lo de antes le revolvía el estómago, ¿que había cambiado de repente para qué quackity atreviera a pedirle una segunda oportunidad?

Apoyó su cabeza contra la ventana del auto y se dedicó a mirar con aburrimiento a las personas caminar por la calle a través de esta.

" Yo aún te amo. "

Ese confesión se repetía en su cabeza una y otra vez tal como si fuera un disco rayado, torturando y haciéndolo sentir culpable, haciéndolo sentir como un tonto arrepentido que podía echarse para atrás en cualquier momento por palabras tan simples como esas.

Podía recordar perfectamente a quackity, estaba desarreglado y su rostro completamente rojo tenía ojeras que se podían notar a kilómetros, su voz era quebradiza y sus cristalizados ojos amenazaban con ponerse a llorar en cualquier momento.

Su corazón se estrujo con dolor al caer en cuenta que era él el culpable de esa abatida apariencia en el azabache.

Apreto con fuerza sus labios, no, no debía sentir pena por eso, había tomado la única y la mejor decisión para él, no tenía que seguir soportando el cambiante temperamento y decisiones impulsivas de quackity.

No merecía botar ni una lagrima más por quackity, aunque aún así su corazón latíera emocionado ante el hecho de que aún era el dueño del amor del mexicano.

Sonrió con tristeza, que quackity le dijera las cosas de una forma tan directa permitiéndole por primera vez negarse y darle una final a lo que tenían de una vez por todas era... Grandioso.

Pero si era sincero consigo mismo... hubiera preferido mil veces no tener esa conversación y seguir pensando equivocadamente que quackity lo detestaba y lo había dejado de amar desde hace mucho tiempo a esto.

Así al menos sería un poco más fácil de superar, así sería más fácil odiar.

Suspiró por novena vez durante todo el viaje, ¿por que sí era lo correcto para ambos se sentía tan mal?

━Joven luzu, ¿se encuentra bien?━ El secuaz lo miró por el retrovisor del auto, estaba preocupado por su apariencia decaída ━Ha estado suspirando todo el camino, parece que se quedará sin aliento pronto.━

Rio por su débil intento de broma, el secuaz siempre había sido muy perceptivo con sus emociones, no importaba que tanto intentará disimular ante él, siempre se terminaba dando cuenta de sus problemas.

━Es martes━ Respondió con simpleza y siguió mirando por la ventana ━, esa es razón suficiente para que este día sea asqueroso.━

El secuaz frunció el ceño con molestia, para él le era claro que había algo mucho más grande detrás y con solo ver el rostro de luzu podía darse cuenta de eso.

No entendía porque su jefe intentaba cerrarse de nuevo, pensaba que eran amigos, amigos en los que podían buscar consuelo cuando lo necesitaban.

No iba a pasar esto de nuevo, no iba a permitir que luzu se hundiera nuevamente en su miseria intentando que los demás no se vieran afectados por él.

¿𝘠𝘢 𝘯𝘰 𝘴𝘰𝘺 𝘵𝘶 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳𝘪𝘵𝘰? #𝙡𝙪𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora