❝yeosang, fuck love me!❞ ᝰ🏁 ፧ san + yeosang ፧

ᝰ'🏁 OO3.

✦ᝰ'🏁 yeosang, fuck love me! ✦.◞♡°
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San debía admitir que ser rechazado de un portazo si le dolió en su orgullo, le afectó un poco-bastante en su confianza de chico encantador debido a que el rubio no mostró una pizca de interés por él y lo dejó desplazado como un cero a la izquierda, sin valor.

Como si fuera la nada misma, sin importancia alguna.

Si Yeosang creía que eso era suficiente para deshacerse de él le iba a demostrar quién es Choi San, no por nada puede ser el mejor novio del mundo si quisiera una relación.

Un rechazo no era la gran cosa, por dios, no es razón válida para decaer así de fácil, ¿quien en el mundo decae en el primer intento fallido? Puff, él no.

Podía haber incontables posibilidades por la cual Yeosang le había hecho tal cosa, por ejemplo Yeo tal vez sea un chico tímido con una armadura de hierro y por eso lo rechazó una vez le habló. Ah, San de solo pensarlo quería hacer caer esa armadura protectora.

San se levantó de su cama con una sonrisa de confianza en sí mismo, estaba como nuevo después de reflexionar los acontecimientos con la cabeza más fría. Bajo las escaleras con toda la seguridad del mundo y su orgullo totalmente regenerado, su hermano menor que se encontraba de piernas cruzadas en el sillón se rió al ver a San bajar por las escaleras con la repentina confianza reconstruida en media hora, Jongho había presenciado la cara larga de su hermano al llegar, soltando más de un bufido y arrastrando los pies mientras subía por la misma escalera.

Era alucinante para él ver a San tan agotado, agobiado o como si fuera rechazado sin esperarlo, lo más sorprendente era el tiempo que pasó para recomponer el ánimo de nuevo.

Y ahí estaba su hermano, llena de la confianza que lo caracteriza con una mirada coqueta, radiante de felicidad absoluta.

—¿A dónde vas con tanta felicidad, hyung? —el menor se muerde el labio, ver a San con sus cambios de ánimo solo le hace querer reír.

—A romper las barreras de un chico tímido que no quiere caer en mis increíbles encantos. —rió ladino dispuesto hacer lo que dice. —Creo que mi belleza lo atemorizó, ya sabes, a veces los chicos se quedan pasmados a mi lado por contar unos rasgos afilados que parece que estoy enojado o por ser tan guapo. —se ríe. —No todos los días se encuentra un chico guapo que es una total belleza por dónde lo veas. — se encoge de hombros. —Con eso llegué a la conclusión que Yeo me rechazó por lo asustado que estaba ante mi presencia.

—Oh, ya veo... —Joongho se mordió la lengua para no reír de la enorme seguridad con la que su hermano mayor hablaba. —Es lo que tú dices, eres Choi San claro que Yeo se tuvo que sentir atemorizado por tu presencia. —se rió al final Jongho, no podía ser serio cuando se trata de su hermano mayor. Adora molestar a su hyung.

San no le importó que su hermano menor estuviera a nada de morirse por tener un colapso interno al aguantar sus ganas de reir solo salió de casa decidido con la idea de ir a ver a Yeosang, el chico que solo era tan tímido ante él.

No duró mucho tiempo mientras caminaba que cayó en cuenta de una cosa, de hecho de varias a la vez, lo primero de todo el periodo de clases había terminado hace dos días, segundo era de noche, tercero la institución no abre los domingos o sea mañana y tampoco sabe dónde queda la casa del rubio para visitarlo.

Jongho que sabía todo esto desde un principio se rió muchas veces en casa por ver lo despistados que llega ser su hermano mayor a veces, ¿qué tanto tiempo iba a demorar San en darse cuenta de esos hechos? La respuesta era fácil, a una cuadra de llegar a la institución. En ese momento San hizo una pataleta en medio de la calle por ser un idiota, tonto.

La gran bienvenida de su pequeño hermano fue carcajearse en su cara sentado aún en el sillón con el teléfono en mano, San había entrado por la puerta con mala cara, fue a dar sus saludos a su padre y regresó a dónde estaba Jongho con las mejillas rojas de tanto reírse.

—¿Pasó algo, hyung? —pregunta inocente batiendo sus pestañas al parpadear.

—No me hables, Jongho, ¡lo sabías y aún así me dejaste ir! ¿Sabes lo lejos que llegué cuando me di cuenta?… A una cuadra de entrar a la institución, estoy cansado de caminar. —lo mira con el ceño fruncido a la vez que tiene los brazos cruzados a la altura del pecho, se siente traicionado por su hermano menor.

Se burló de él en su cara.

Sin embargo, San que había pasado por una tienda antes de ir a casa le tira una bolsa a la cara a Jongho, y sin esperar que el menor revise se dirige a su habitación marcando los pasos mientras sube los escalones de la escalera para que Jongho lo escuche, y que entienda que está molesto.

Jongho espero a que su hermano terminara de subir las escalera para revisar el contenido en la bolsa negra, para darse cuenta que su hermano San le compró galletas de chocolate, coco y de relleno.

Sonrió, después de todo su hermano no lo odiaba, de algo estaba seguro y es que hoy Choi San no iba a cocinar y menos poner un pie en la cocina.

¿Cuál es la razón? El orgullo de San fue atacado dos veces, de diferentes maneras, por un chico rubio y su propio hermano. Ahora no tenía la fuerza necesaria como para levantarse de la cama.

Es una excusa cabe destacar y Jongho lo sabe.

Aún así, Jongho tomó una galleta de la bolsa y fue a lavarse las manos, hoy para la cena debía hacer la comida favorita de su hermano a modo de disculpa.

Y después darle halagos a su hermano acompañados de unos buenos masajes como a su hyung le gustan.