❝yeosang, fuck love me!❞ ᝰ🏁 ፧ san + yeosang ፧

ᝰ'🏁 O18.

✦ᝰ‘🏁 yeosang, fuck love me! ✦.◞♡°
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De todas las personas no pensó tener al frente de él ese día al joven Choi con cara de desinterés y casi echándole la culpa sobre algo que no tenía ni menor idea. Ni siquiera se trataban mucho, el Choi menor es alguien que opta en ocasiones por no saludar.

En este preciso momento, frente a él, jura que lo maldice con la mirada o son imaginaciones de su mente que lo llevaron a esa conclusión.

—Kang, lo envía mi hermano. —tendió la carpeta a la mesa del rubio, Yeosang se quitó los auriculares de las orejas, para prestar atención. —Para ver, ¿cómo era qué decía? —el Choi menor pensó vagamente, rebuscando con los ojos algún archivo guardado en su memoria, murmurando palabras mientras hace ademanes. —Cariño, lamento hacer que tu amanecer sea simple, aburrido sin mi presencia… —recitó con voz melodiosa, Jongho hizo una mueca, casi tosiendo por lo ridículo que sonó eso saliendo de su voz, por poco percibiendo un escalofrío interno. —No puedo hacer esto. Yeosang, imagínate el resto, San es el loco de las cartas, yo no. —el chico se aclaró la garganta, apuntó a la carpeta cedida. —No pudo venir, está ocupado con otros asuntos, pero me envió con la tarea. —sonrió. —Oh, esto no lo dijo pero lo pensó, quiere una cita y no le digas que te dije.

—Ser raros viene de familia, ¿no es así? —cuestionó Yeosang, observando la tarea escrita por el puño y letra de Choi San, reconocía la letra del chico por las cartas en el casillero.

—Igual que ser guapo, no te asombre todo lo que podemos hacer. —le guiño un ojo mientras San no lo viera su cuello estaba a salvo.

Yeosang no le causó nada ese guiño, solo negó suavemente. Tenía suficiente con un Choi. ¿Otro más? No espera que ese mal se le cruce por el camino ni en un millón de años, ni en próximas vidas ni jamás.

—Bueno, tú no sabes recitar cartas, pero se nota que eres más directo. —reconoció al darle un breve vistazo completo. —¿Otra cosa dicha por tu atolondrado hermano? —inquirió suavizando la tensión de sus hombros que hasta entonces no había percibido.

El menor se encogió de hombros. —Sí, pero se acabó mi tiempo de charla, pregúntaselo tú mismo si quieres saber, dudo que se enoje. —sonrió a lo último.

Jongho giró sobre sus talones y con su pie izquierdo levantó el balón de fútbol para agarrarla con su mano, en la entrada del salón el acompañante del Choi menor lo esperaba paciente, el delantero del equipo de fútbol lo esperaba bebiendo una gaseosa.

Yeosang empezó a leer el contenido entregado. Las hojas pulcras, perfectamente organizado y entendible.

Y no es de menos, San pasó todas las madrugadas escribiendo despacio para hacer un buen trabajo, si algo sabía es que la señorita Kim le corregía todo error ortográfico y esos relucían cuando escribe sin interés y rápido, por estar con el rubio fue cuidadoso.

Yeosang largó un resigno pequeño al cerrar la carpeta, organizaría los temas en clases, si San había enviado la tarea con su hermano es probable que no lo vería en la clase.

Después de la última interacción, poco vio a San, ni en clases aparecía menos por los pasillos.

Le hacía falta su molesta presencia jodiendo a su alrededor.

…

Yeosang fue hasta su casillero para un cambio de libros, lo primero que resaltó al abrir el casillero fue una nota.

«No lo olvides, cariño. Tu promesa fue ir a verme en el partido, estoy seguro de que nuestro trabajo en equipo fue un éxito, no dudo que una relación entre ambos también lo sería…. »