❝yeosang, fuck love me!❞ ᝰ🏁 ፧ san + yeosang ፧

ᝰ'🏁 O2O.

✦ᝰ‘🏁 yeosang, fuck love me! ✦.◞♡°
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—Choi San. —llamó, el aludido giró sobre sus talones a dónde percibió la voz, reconociendo a Yeosang.

El cabello del rubio se movía al placer de la brisa, Yeosang llevaba una chaqueta y estaba a unos pasos de él.

Luciendo hermoso como de costumbre, su piel blanquecina con las mejillas sonrosadas de forma sutil, el batir de sus pestañas largas y labios prohibidos. Una tentación en la noche.

Lo quiere besar, otra vez, quiere ser el ladrón de esos labios, robarle un suspiro al separar sus labios sobre los suyos. Humedece sus labios, su mente vuela si es Yeosang.

—Es tarde, ¿qué haces aquí? —el partido había terminado hace una hora, Yeosang dejó la cancha después de rechazarlo de forma inminente.

Quería engañarse diciendo que venía arrepentido por no aceptar esa cita, pero no se engañó para tener una noche tranquila y disfrutar la cena que lo espera en casa. La cita con Yeosang lo seguiría intentando otro día.

No estaba dispuesto a dar el brazo a torcer, menos después de ver al ex del rubio.

¿Acaso temía que Yeosang se fijará en su ex de nuevo?

No. Es Choi San, va más allá del estándar, es guapo, atractivo, sexy con miles de citas que lo respaldan y eso no le importa a Kang Yeosang en lo mínimo.

Ese es su gran pesar.

—Te esperé. —se encogió de hombros. —Siempre eres el último en salir, sin compañía…

—¿Ah sí? —masculló relamiendo sus labios estando atento al otro. —¿Y eso cómo lo sabes cariño? No estás en ningún club. —estaba acorralado o eso cree Choi.

Esa sonrisa burlona está en el aire, disfrutando en atraparlo en el acto, Yeosang no se exaltó esta vez, no reaccionó nervioso ni se sintió presionado.

—Me quedo leyendo hasta tarde en ocasiones, a veces te veo salir tarde, o me voy y todavía estás entrenando. —respondió sereno, emprendiendo camino con el Choi a su costado con las manos oculta en los bolsillos. —Por cierto, perdona lo de ahora, no te pude agradecer ni felicitar… —su disculpa fue sincera, el Choi lo notó, no dijeron nada. Y ese silencio para el rubio fue desesperante, el menor lo empuja a decir algo más con solo verlo fijamente. —En fin, te veías genial jugando, San. —se encogió de hombros, refugió sus manos en los bolsillos y evitando al Choi prefirió observar la luna.

—Soy genial en todo, cariño, ¿lo ves?—tiró un beso al aire, Yeosang rodó los ojos, solo porque Yeosang no cayera por él rápido no quería decir que dejara de intentarlo. Aún le sobra confianza. —Fue un partido amistoso, debes verme en un partido serio, real. Soy grandioso, si te lo pierdes te arrepentirás siempre.

Yeosang se rió suave. —¿Y este que fue? ¿para un comercial de zapatos o parecido? —bromeó con humor a su lado, para San fue lindo ver cómo sonríe tranquilo.

Su pequeña risita y el resoplido que sacó después, probablemente cansado de toda su parloteria.

—En un partido real mi uniforme es otro, sé que te encantará si lo ves. Mi atractivo es sensacional, podrías hasta cederme una cita sin pensar. —guiñó un ojo con la coquetería que lo caracteriza.

El rubió negó suave.

—Será casi lo mismo. —se rio Yeosang viendo el camino al frente.

—Mi aptitud mejoraría mucho si estás presente, animándome, dando tu apoyo y los mejores deseos desde las gradas.