ᝰ'🏁 OO2.

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✦ᝰ'🏁 yeosang, fuck love me! ✦.◞♡°
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Para el segundo receso de la jornada de clases San decidió tomar cartas al asunto, conseguir esa cita ese mismo día sin posponer el reto.

La sonrisa de oreja a oreja que lleva San en el rostro nadie se la quita de encima porque no falta casi nada para que el reloj marque la hora que espera, el segundo receso llegó lento y seguro haciendo que San se entusiasmara, ansiando salir de esas cuatros paredes en busca del rubio.

Cuando el timbre suena anunciando la hora del receso San sale con pasos seguros al baño para darse un vistazo bueno a si mismo en el espejo.

Él se asegura de verse bien como siempre, incluso se esfuerza un poco más de lo común para verse jodidamente apuesto para captar absolutamente todas las miradas de las personas, por supuesto la de Yeosang también caería por él ese día y cuando le propusiera la cita no duda que Yeosang se iba a desmayar de la sorpresa.

Iba a ser realidad el sueño de muchos a Kang Yeosang.

San ensayo frente al espejo las palabras que podía usar con el chico, pensó con detenimiento las mejores para usar en Yeosang en cuanto a la personalidad del chico y según hasta donde lo conocía.

Que era muy poco.

Kang Yeosang no es más que un chico aburrido como cualquier otro con los cuales se ha topado en el pasado, el chico además es serio la mayor parte del tiempo, demasiado callado y recto para su gusto personal.

Y eso que nadie supera al padre de San y Jongho que es un hombre hecho a la antigua, rígido a sus ideales.

La diferencia radica en que Yeosang era joven y de su misma edad, un poco mayor por tan solo unos días, a pesar de ser criado por un hombre recto y estricto San no lo es y por eso no comprende cómo es que Yeosang parece más hijo de su padre que él mismo.

En otras palabras, duda en que simplemente pueda congeniar con el rubio en algo, sin tener que él mismo comportarse como su padre.

Y Choi San, no es alguien hecho con los mismos pensamientos que su padre.

No obstante, volviendo al tema, una cita no hace mal a nadie, no es como si una cita provocará una muerte segura a dos personas que son opuestas.

Ese segundo receso no dura mucho, tan solo dura por lo general unos diez minutos, si los profesores retrasan el receso podría ser más dependiendo.

Sin embargo esos diez minutos era el receso mínimo según el año académico que esten cursando durante ese año.

Para ser un tiempo limitado que se va en un cerrar y abrir de ojos es el tiempo suficiente que necesita Choi San para conseguir una cita.

Era una tarea fácil para él, al salir del baño capta las miradas de los estudiantes al instante confirmando que se ve increíblemente guapo ese día. Un punto más a favor para tener esa esperada cita.

Al caminar por unos cuántos pasillos de la institución localiza la cabellera rubia ondear entre los estudiantes, San acelera sus pasos para no perderlo al punto de correr para alcanzar a su acompañante de cita.

Yeosang carga un solo libro en su mano y alrededor del cuello reposan los audífonos que no están siendo usados por su dueño. San se ríe para sí mismo creando una imagen mental en su cabeza del chico escuchando canciones en medio de las clases en vez de prestar atención a la clase dictada por el profesor, lo imagina debido a que lo hace varias veces durante las clases.

—Hey, tú, niño bonito. —lo llama moviendo su mano al acercarse, el primer error que comete es saludar de una manera amistosa como si fueran conocidos siendo ellos dos unos completos desconocidos que cuando mucho saben que existen. San fue idiota por olvidar que el niño bonito era un chico que antetodo el respeto es lo primero.

Las clases de su padre se le borraron de la mente, que error fatal.

Yeosang frunce el ceño al percatarse que se refiere a él, opta por tomar la decisión de ignorar al adverso que lo llama. No importa quién sea San, ni que sea el joven modelo más codiciado de la revista deportiva the real que todos los jóvenes de las instituciones admiran y aman en creces. Para dirigirse ante él, Kang Yeosang, debe ser con el respeto por delante sin eso, era razón suficiente para ignorar

San sigue llamando al rubio. —Es contigo, niño bonito, no me ignores Yeosang... creo... —titubea él para hacer creíble que no sabe su nombre, aunque es un hecho que conoce el nombre del rubio, lo repitió un millón de veces mientras tramaba su plan de cómo pedir una cita a alguien que nunca le dirigió la palabra.

—Deja de seguirme es molesto. —espetó cansado de ser perseguido, el rubio torció el labio apenas dándole un vistazo adecuado, esperaba que ese vistazo fugaz que le dió haya sido suficiente para encantar al rubio.

Sin duda, el mayor lleva prisa en llegar al salón que le corresponde, los pasos de ambos son rápidos. San porque debía perseguir a Yeosang para no perderlo de vista.

—Te dije que no me ignores, Kang Yeosang.

—No me agradas, aparte de que no me familiarizo con extraños que saben mi nombre y me persiguen como si no hubiera un mañana.

—Hey, espero que no me estés confundiendo con un acosador, porque no lo soy. —declara al caer en cuenta que estaba siendo juzgado por algo que no es.

—Eso es lo primero que dice un acosador. —rueda los ojos y los labios del rubio se fruncen al verlo cara a cara.

—Pero yo no soy de ese tipo, ¡no soy un acosador! —exclama San y trata de negar, lo menos que desea es ser confundido con un acosador o un pervertido.

Si Yeosang piensa de esa forma de él, estaba acabado. Su cita iba a ser rechazada.

—Eso dicen.

—¿Por qué no entiendes que quiero hablar contigo? Escúchame por un momento. —súplica frotando la palmas de las manos bajo la juzgadora mirada del rubio.

—Primero, desde que llegaste solo quisiste afirmar que no eras un acosador y siempre te escuche aunque seas uno de verdad. —rueda los ojos con cansancio y apresura los pasos al notar que llegará tarde a clases.

—No te vayas, tengo algo que decir. —farfulló con el ceño fruncido perdiendo la paciencia al estar persiguiendo al rubio.

—Tengo clases, adiós.

—No, cariño antes ten una cita conm- —no alcanza a terminar la oración cuando la puerta del salón fue cerrada en su cara, apretó los puños suprimiendo sus ganas de querer soltar un grito frustrado al aire, que obviamente tendría una que otra maldición por el medio.

¿Por qué lo que parece fácil nunca lo es? Joder, todo salió mal al pedir esa cita a Yeosang.

Tener citas es fácil, San lo sabe al tener experiencia.

Hasta pedirle una cita a un perro de la calle era sencillo de realizar y no demoraba mucho tiempo cuando el perro movía su colita encantado.

Intento número uno fallido, ¿causa? por ser un aparente acosador.

Genial, ahora no solo debía pedir una cita, debía convencer al chico que no es un acosador.

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❝yeosang, fuck love me!❞ ᝰ🏁 ፧ san + yeosang ፧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora