❝yeosang, fuck love me!❞ ᝰ🏁 ፧ san + yeosang ፧

ᝰ'🏁 OO4.

✦ᝰ‘🏁 yeosang, fuck love me! ✦.◞♡°
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¿Ya había dicho que tenía sus contactos? Uhm, bueno tenía muchos contactos, conocidos, por ser popular. San era alguien un poco sociable, era coqueto y hablaba con muchas personas a diario no porque él empezará la conversación las personas siempre venían hacia él y mantenía el ritmo de la conversación.

Era fácil para él mantener sus conversaciones aunque fuera tedioso a veces con cierta personas, se explicaba algunas personas solo asentía a todo lo que decía.

Antes de desviarse más del tema, gracias a tener contactos especiales podía llegar a saber detalles que necesitaba.

Ejemplo, la dirección de Yeosang, tal vez había metido un poco demasiado la pata al ir a la casa del rubio sin aviso, cuando apenas habían compartido unas cuantas palabras no muy agradables.

Debía admitirlo, era ágil para coquetear, era su naturaleza ser de esa manera pero también ser estúpido.

Había adquirido las dos cualidades contradictorias de sus progenitores, la primera el coqueto y las habilidades de soborno de su madre y la segunda la estupidez y despistado de su padre.

Era chocante, hubiera sido fácil si tan solo fuera completamente inteligente y ágil como su madre, no podía superar a su maestra, su madre en esos momentos se reiría de su estupidez recordando a su padre y le daría unos consejos para enmendar su error.

Ir un domingo por la noche quizás fue la peor decisión que tomó, debió ir un lunes por la noche mejor.

Fue tonto.

Y la respuesta que Yeosang le dió no fue mejor de lo que imagino, le había partido el corazón en dos, él era alguien tímido con un corazoncito frágil, Yeosang necesitaba entender que debía cuidar de sus palabras por tener un corazón frágil.

—Diablos, que te vayas de mi casa, idiota. —gruñe perdiendo los estribos. —Vete de aquí y sueña bastante en tu casa, porque incluso en tus más increíbles sueños mi respuesta será un rotundo no.

La respuesta más fea, seca de un domingo a las once de la noche, caminando por las calles, solo y sin cita, como un vagabundo y peor, con el corazón hecho añicos.

Su ego caía en picada, no había nada en ese momento que lo salvara de un mal momento por la noche, ni siquiera comer el helado de vainilla que llevaba en sus manos le daba felicidad.

Estaba tan rico y tan frío como el corazón de Yeosang.

Nada iba mejor que su helado fuera amarillo eso le recordaba más a Yeosang.

Que duro es ser rechazado.

Ya empezaba a entender los personajes de los dramas que habían sido rechazados por su crush, dios, Yeosang no era su crush y ya le dolía.

—¿Por qué la cara larga, hyung? —cuestiona Jongho al ver llegar a San con un pote gigante de helado entre sus brazos. —¿Me das, hyung? —el menor se apega a su hermano.

—Fui rechazado otra vez, ¿esto será un error? —suspira después de lanzar esa pregunta al aire y le pasa el helado a su hermano. —¿Será que Yeosang es miope por las noches? —dice en murmuro, Choi San era como un niño pequeño que no se le da atención, uno llorón y con el corazón herido.

—¡Este helado está muy rico, hyung! —exclama el menor con una sonrisa al probar el helado, al segundo se desvanece por la mirada fulminante y pesada de su hermano mayor. —Ese chico debe ser miope de seguro, hyung ¿cómo puede rechazarte? ¡Está loco! Se pierde una increíble cita, en fin, es un tonto de primera. —su hermano menor lo alienta y le da unas palmaditas en los hombros al dejar el helado sobre la cama. —Ahora deja de perder el tiempo para pedir esa cita inútil.