Bad Kitten//Muke ✓

c i n c o [2da parte]

Luke lo miró, realmente sorprendido. Primero por la frialdad de sus palabras y segundo porque él había conocido hacía unos días a aquel hombre.

-Yo, wow, lo siento. Parecía un buen hombre cuando hablamos.

Michael lo miró unos instantes y se rió.

Luke lo miró sin entender nada y un poco incómodo. Después de todo él no recordaba mucho de la muerte de padre pero nunca se habría reído de aquello.

Aún así desconocía la relación que tenía Bad Kitten con su padre.

-Oh no. Tu estás hablando de Josh. Él es un amor.

Luke parecía más confundido todavía.

-Él me... 'adoptó' por decir así. -«luego de técnicamente haber matado a mi padre» Pensó, pero no podía decirle eso a Luke. -Por eso me llama hijo, pero no es mi padre de sangre.

-Oh, entiendo... ¿Es por eso que estás aquí siempre? Porque Josh viene aquí, ¿no?

-Oh sobre eso... Josh es el dueño del bar.

Luke, que tomaba agua de su botella, se atragantó.

Empezó a toser y toser y Michael no sabía que hacer. Así que empezó a golpearle la espalda con fuerza.

Luke se calmó un poco y miró a Michael en forma de disculpa.

-Lo siento, se me ha ido por otro lado.

-¿Estás bien?

-Si, solo que me sorprendió un poco.

Michael se rió un poco pero luego posó su vista en la posición en la que estaban.

Él tenía su mano en la espalda baja de Luke y este, estaba muy cerca de su cuerpo.

Sus rostros estaban muy cerca el uno del otro.

-¿Bad Kitten?

-¿Si, Luke?

-¿Puedo besarte?

Michael sonrió y se acercó a su boca lentamente.

Pegaron sus labios suavemente y luego de unos segundos sus bocas comenzaron a moverse en una lenta pero hermosa sincronía.

Una realmente adictiva para el menor.

Mientras tanto, el rubio juraba que los labios del ojiverde eran simplemente perfectos.

Amaba lo rellenitos que eran, que siempre estuvieran rojos y ver como el pelirrojo los mordía era una obsesión que le encantaba tener.

Estuvieron unos minutos así y luego el beso se tornó más pasional.

Mike pasó sus brazos por los hombros de Luke y quiso acomodarse en las piernas del rubio pero este fue más rápido y lo tomó de las caderas, despegando sus labios y dándolo vuelta.

Luke estaba sentado en posición de indio por lo que el menor quedó en el espacio entre sus piernas, dándole la espalda.

El ojiverde se quedó algo pasmado pues definitivamente no era su plan quedar así.

Pero el ojiazul pasó sus brazos por el torso del contrario y lo abrazó por la espalda.

Michael se quedó quieto.

No sabía cómo corresponder esto. Nunca lo habían abrazado por detrás y en los brazos de Luke se sentía cálido, seguro.

Su espalda pegada al torso del rubio, su calor corporal, que tuviera su mentón apoyado en su hombro, todo lo estaba haciendo sentir otra vez esa sensación de felicidad.