Bad Kitten//Muke ✓

o c h o

Al día siguiente, Michael se despertó al ver a Calum entrar como un zombie a su cuarto.

Tenía chupones en su cuello y apenas iba vestido.

El de pelo morado, que estaba ahora sentado, se tapó con las sábanas hasta los ojos porque en la noche se había quitado el buzo, quedando en una remera bastante grande mientras que Luke directamente se había quedado semidesnudo con su camiseta en el suelo.

Aún así Calum pareció ignorar que estuvieran ahí.

El moreno se quitó la camiseta y Mike tapó sus ojos.

Luego de unos minutos corrió sus manos y vió que ya se encontraba totalmente vestido y que estaba agarrando más ropa seguramente para Ashton.

Cuando estaba apunto de irse, notó que unos ojitos verdes lo miraban atentos.

-Ah, hola, Mike. Luke está contigo, ¿no?

Michael asintió y corrió un poco la manta para dejar ver al rubio que dormía plácidamente sobre la barriga del menor.

Calum asintió sin importarle demasiado.

Pero antes de salir del cuarto, soltó;

-En media hora iremos todos a desayunar a un restaurante que está a unas cuadras. Digo para que levantes a la jirafa.

Michael rió despacio y asintió.

El contrario le dió una pequeña sonrisa y finalmente se fue.

Miró de vuelta a Luke y le acarició el cabello levemente.

Se veía tan cómodo allí. Apoyado en su estómago, con una sonrisa entre sueños y respirando despacio.

Quería atesorar aquella imagen de por vida.

Pero escuchó unos ruidos en el piso de abajo y a Lauren maldiciendo.

Volvió a reírse por aquello último y luego dejó un beso en la frente de Luke.

-Lu... Lukey... Ey...

Siguió con su camino de besos.

Besó sus mejillas, su nariz y luego sus labios.

El mayor despertó y le siguió el beso aún un poco desorientado.

Se separaron luego de unos segundos.

-Podrías despertarme así todos los días y no me molestaría.

Michael se rió y le golpeó juguetonamente el hombro.

-Vamos, Calum ha dicho que en media hora iremos a desayunar.

-Uh, desayuno, todo lo que necesito en este momento.

-Pero primero vístete.

Luke hizo el amago de pararse pero un fuerte dolor de cabeza lo atacó.

-Diablos. Cierto.

-Eso te pasa por beber, tonto.

-Pues mira quién lo dice.

Mike le sacó la lengua en modo de respuesta y Luke se acercó a besarlo antes de salir de la cama. Quería estar tan solo unos momentos más así con él.

Tomó su ropa del piso mientras el menor miraba atentamente su espalda.

No era ni muy marcada ni muy corriente. Se notaba que Luke debía hacer algún ejercicio.

El mayor se puso su camiseta y miró su pantalón que todavía llevaba la mancha de sangre, entonces recordó los sucesos de anoche.

Y aunque todavía no sabía muchas cosas de Mike, sabía con seguridad que le gustaba.