IX. What the hell have i done?

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Narra Mía.

Esa misma tarde decidí ponerme a ordenar mis cosas. Ya había llegado a esta casa hacía como seis días y aún no me había ocupado de desempacar totalmente sino que me había limitado a meter la valija debajo de la cama con la mayoría de mis pertenencias en su interior. Eso era raro ya que por lo general acostumbraba a ser demasiado ordenada pero en los últimos días no había tenido casi ni un segundo libre para hacerlo.

Cloe era la clase de persona que, a diferencia de mí, le aburría quedarse en casa leyendo, viendo una película o algo por el estilo. Ella prefería salir y hacer lo primero que se le cruzara por la cabeza para divertirse, y siempre me pedía que la acompañara manteniéndome bastante ocupada.

Abrí las puertas del armario que mi amiga había vaciado para que yo lo utilizara y observé su interior. Tenía una fila de cajones a un lado y al otro un grupo de perchas, iba a ser más que suficiente para mi ropa que no era demasiada. Tiré de un cajón que decidí utilizar para guardar mi ropa interior y me sorprendió encontrar algo en su interior: unos jeans, una remera y unas converse de hombre. ¿Qué hacía eso allí? Era demasiado grande para ser de Max y el padre de Cloe no vivía en la casa.

-¡Cloe!-la llamé para preguntarle qué hacer con esa ropa.

-¿Qué pasa?-dijo ella apareciendo en el umbral de la puerta con un escobillón en la mano y con cara de pocos amigos. Hoy Susan le había encomendado limpiar la casa mientras yo me terminaba de acomodar.

-Mira lo que encontré, ¿qué lo hago?-pregunté enseñándole el interior del cajón.

-¡Oh no, lo había olvidado por completo!-gritó antes de salir corriendo. Muy bien, limpiar la había enloquecido.

Decidí ir a ver si Susan sabía de quién era todo eso. Agarré los pantalones para ir a mostrárselos y me sorprendí por su peso, llevé mi mano a uno de los bolsillos y encontré la razón: un teléfono móvil. ¡Qué extraño! Tal vez el papá de Cloe se lo había olvidado cuando se marchó de la casa, aunque eso parecía muy poco probable. Lo encendí e inmediatamente empezaron a llegar mensajes. No pasaría nada malo si leía uno…¿o sí?

Su saldo actual es de €10.” No era nada interesante así que pasé a otro pero cuando lo leí me quedé congelada. “Mía, sé que estás leyendo esto, te juro que te mataré.”

Fuera quién fuera…¿cómo sabía mi nombre y cómo sabía que yo tenía ese celular? ¿Acaso tenía un chip de rastreo o algo así? ¿Y por qué decía que me iba a  matar? ¿Lo decía en serio?-pensé preocupada. -¡Aaaaahhhh!.- chillé apenas logré reaccionar y sin siquiera pensarlo le saqué la batería y arrojé el móvil por la ventana. Luego tomé la ropa. Esta no podía hacer ningún daño así que la coloqué  aun lado hasta que Cloe volviera y continué con la tarea de desempacar.

Como quince minutos después ya estaba a punto de terminar cuando al fin mi amiga apareció de vuelta. Recorrió la habitación con la mirada y luego se dirigió a mí.

-¿Y la ropa que encontraste en el cajón?-preguntó.

-Allí.-contesté señalando la silla que había en un rincón del cuarto.-¿Por qué? ¿Ya sabes de quién es? ¡No sabes lo que me pasó!-exclamé.-En el bolsillo de los jeans había un celular y tenía mensajes y uno de ellos era una amenaza y decía mi nombre así que me asusté y lo tiré por la ventana.-añadí hablando muy rápido.-¿De quién crees que sea?-inquirí nerviosa.

-Es de Harry.

-¿Qué? ¿Y cómo llegó hasta acá?-pregunté perpleja.

-Es que…¿te acuerdas el otro día en la tienda?-dijo mi amiga. Yo asentí.-Bueno, mientras tú te probabas el vestido vi que alguien había olvidado esto en un probador roto y cuando lo tomé me di cuenta de que era de Harry porque yo le regalé esa remera  hace poco. Entonces la tomé para devolvérsela, también encontré ropa de la tienda y se la devolví a una vendedora.-explicó.-Aunque era raro creí que él no lo sé, llevaba otra ropa puesta y por eso…-comenzó a decir pero luego se detuvo abruptamente.-Espera…¿qué acabas de decir que hiciste con el móvil?-preguntó lentamente como si no quisiera escuchar la respuesta. Hasta ese momento no había caído en la cuenta de que si esa ropa era de Harry el celular también lo era.

-Yo…lo arrojé por la ventana.-balbuceé mirando el suelo.

-¡¿Estás  loca?! ¿Por qué lo hiciste? ¿Y ahora qué le vamos a decir?-chilló Cloe.

-Ya te dije por qué lo hice: me mandó un mensaje diciendo que me mataría, me asusté, no sabía de quién era el celular.-me defendí.

-¡Ahora sí que te matará y a mí también!-exclamó.- Y lo peor es que en menos de cinco minutos estará acá para recogerlo.-agregó. ¿Cómo había podido actuar tan estúpida y exageradamente como para tirarlo por la ventana? ¿En qué había estado pensando? En nada, por supuesto. Pero al menos aún lo podía solucionar, me acerqué a la ventana y miré hacia abajo. ¡Allí estaba, en el borde de la calle! Al  parecer aún estaba entero, o al menos eso aparentaba desde aquí.

-¡Cloe, mira, allí está! Solo tenemos que ir a buscarlo y fingiremos que nada pasó.-dije alegremente señalándolo con una sonrisa. Ella se acercó a mirar justo cuando una camioneta negra aparecía de la nada  y se aparcaba en frente de la casa…y arriba del celular. Mi sonrisa se desvaneció lentamente, ahora sí que estaba perdida. ¿Qué  le diría a Harry cuando llegara? “Hola, ¿cómo estás? Es un bonito día, ¿no te parece? Ahh por cierto, arrojé tu teléfono por la ventana y un auto lo acaba de aplastar.” Definitivamente me mataría.-pensé preocupada mientras me dejaba caer en la cama.

-¡Oh no, Mía! ¡Es él, Harry llegó y acaba de aplastar su propio móvil y está mirando las ruedas de su camioneta con una cara extraña! Creo que se dio cuenta que pisó algo.-dijo Cloe. No pude evitar preguntarme qué cara pondría si supiera qué era eso que había pisado.-¡Y ahora…ahora se dirige hacia la puerta!-gritó Cloe desesperada. Luego sonó el timbre y ambas dimos un respingo.

Afraid of falling in love.(Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora