XIX. I should have taken the chance but I got so scared.

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Narra Mía.

Apenas me di cuenta de que Harry se había percatado de mi presencia solté el brazo de Niall abruptamente y me quedé mirándolo con la boca abierta sin saber qué hacer. ¿Debería cruzar la calle y alejarme de él o ahora que me había visto era demasiado tarde para hacer eso?

-No te acerques, por favor no te acerques.-supliqué en mi mente.

Él dio un paso hacia nosotros sin dejar de mirarme y comenzó a levantar su mano en una especie de saludo pero luego para mi sorpresa sacudió la cabeza y como si hubiera escuchado mis pensamientos dio media vuelta y comenzó a caminar muy rápido alejándose cada vez más. Me quedé mirándolo desaparecer embobada, ¿qué había sido eso?

-¿Te encuentras bien? ¡Ahora eres tú la que me preocupa a mí!-bromeó Niall dirigiendo su vista hacia el mismo lugar que yo, aunque obviamente ya no había nadie ahí.

-Sí, claro.-contesté pestañando confundida.

Una hora más tarde Niall me devolvió a la casa de Cloe. Ya no estaba triste, sino todo lo contrario, se veía muy entusiasmado.

-Gracias Mía, me divertí mucho.-me dijo cuando aparcó el auto.

-Yo también.-respondí.-Y no te olvides lo que te dije de Janelli, estoy segura de que si lo intentas ella va a gustar de ti.-añadí.

Era raro que le dara consejos de amor cuando nunca en mi vida había tenido un novio y más aún cuando me gustaba Harry y en vez de hablar con él lo evitaba, pero creo que en realidad así funcionan los consejos: solemos decirle a las demás personas que hagan lo que a nosotros nos gustaría hacer en esa situación aunque sepamos que no seríamos capaces de hacerlo.

-¡Claro!, creo que hoy mismo la invitaré a salir.-exclamó con una gran sonrisa de la que no pude evitar contagiarme.

-¡Genial! ¡Nos vemos otro día!-dije besando su mejilla y luego dirigiéndome a la casa.

-¿En dónde estabas? ¿Saliste con Harry? ¿Por qué no me lo contaste?-Cloe me acribilló con preguntas apenas traspasé el umbral de la puerta.

Detrás de ella se encontraban Adina y Janelli riendo ante su conducta de agente del FBI.

-¡Espera un segundo, déjame respirar!-la tranquilicé riendo.-Fui a tomar un helado. No, no estaba con Harry sino con Niall. Y claro que no te lo conté, porque no se si lo recuerdas pero tú no estabas en casa.-dije enumerando con los dedos a medida que respondía sus preguntas.

-Ohh, creí que estabas con Harry.-suspiró decepcionada.

-¿Por qué saliste con Niall? ¿Él te invitó?-me preguntó Janelli, ya que Cloe al parecer había perdido el interés y se estaba yendo a su cuarto.

-No, en realidad lo llamé por error y se sentía un poco mal así que me pareció una buena idea salir a hacer algo.-expliqué cerrando la puerta y caminando tras Cloe.

-¿Se sentía mal? ¿Qué le pasó? ¿Por qué no me ha contado nada? ¡Se supone que soy su mejor amiga!-exclamó ella indignada mientras agarraba rápidamente su bolso y corría hacia la puerta sin darme tiempo para responderle.

Adina y yo nos quedamos mirando fijamente la puerta por un rato. Entre Harry y Janelli realmente sería difícil decidir quién se llevaría el premio a la actuación más rara del día.

-Yo también me voy, quedé con mi hermana de ir al cine y ya se me hace tarde.-Adina rompió el silencio.-¡Nos vemos!-se despidió alegremente antes de marcharse.

Narra Niall.

 Cuando llegué a mi casa no esperé ni un segundo, directamente me dirigí en busca del teléfono. Llamaría  a Janelli y le pediría una cita sin importar si fuera mi mejor amiga o no.

Estaba marcando su número, el cuál obviamente ya me sabía de memoria, cuando comenzó a sonar mi celular obligándome a colgar para atender la otra llamada.

-¿Quién es?-pregunté un poco malhumorado, ni siquiera me tomé el tiempo de observar la pantalla del móvil antes de contestar.

-¡Nialler James Horan, primero no me cuentas lo que te sucede y luego me atiendes con ese tono! ¿ME QUIERES DECIR QUÉ ES LO QUE TE PASA?-exclamó la voz más linda del universo, aunque en ese momento sonaba enfadada.

-¡Hola Jane!-dije alegremente mientras se me formaba una sonrisa en el rostro.-¿Cómo estás?-añadí.

-¿Acaso me escuchas cuando te hablo?-preguntó incrédula permitiéndome formar una imagen mental de la expresión que seguramente tenía su rostro en ese instante.

-¡Claro que lo hago!-respondí sonriendo automáticamente aunque ella no pudiera verme.

-¿Y entonces por qué no me respondes?-se quejó dramatizando.

-Porque no me sucede nada.-afirmé.-Ah, por cierto…quería…-comencé a  decir un poco inseguro pero a la vez decidido a invitarla a salir de una vez por todas.

-No te creo, ¡ábreme la puerta y déjame ver tu cara, ahí te diré si te sucede algo o no!-me interrumpió.

-Pero quería decirte si quieres…-volví a intentarlo.-¡¿Qué?!-exclamé sorprendido al caer en la cuenta de lo que me había dicho.

-Lo que escuchaste, ¡que me abras la puerta!

Caminé hacia la entrada de mi casa, tiré de la puerta y allí estaba ella con el celular en la mano. Apenas le abrí cortó la llamada y se llevó el móvil al bolsillo.

-¿Qué haces aquí?-inquirí extrañado pero al mismo tiempo feliz de verla.

-¿No es obvio? Me preocupo por ti, ¡para eso están los mejores amigos!-contestó sonriendo y por primera vez en mi vida su sonrisa no me hizo sonreír a mi también.

“Mejores amigos”, como odiaba esa frase. Esas dos palabras hicieron que mi seguridad se desvaneciera de repente, más rápido que una pompa de jabón, y no fuera capaz de decirle lo que me hubiera gustado decir.

Afraid of falling in love.(Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora